La cámara baja del Legislativo brasileño rechazó la iniciativa de Jair Bolsonaro. El mandatario esperaba obtener los votos suficientes para realizar una enmienda constitucional que determine la emisión obligatoria del voto impreso junto al sistema de votación electrónico en futuros comicios. Sin embargo, eso no ocurrió.
Desde el mes pasado, el Jefe de Estado ha manifestado un sinnúmero de críticas contra las urnas de voto digital. Según el presidente de Brasil, este método de sufragio conlleva altas probabilidades de «fraude» electoral. Incluso, ha amenazado en no reconocer los siguientes resultados electorales si en octubre de 2022 no se retorna al voto en papel.
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Los resultados en el Legislativo
Con 229 votos a favor, 218 en contra y una abstención, la solicitud del Jefe de Estado fue archivada. De acuerdo a la ley brasileña, se necesitaba al menos el 60% de aprobación, lo que equivale a 308 de los 513 diputados.
Tras no alcanzar ese número, la iniciativa de imprimir el voto registrado en la urna electrónica queda frustrada y se mantendrá el actual sistema de escrutinio. Esto supone una derrota política para Bolsonaro, quien reconoció, en la víspera, que su propuesta tendría poco apoyo debido a la falta de «negociación» previa.
Luego de conocer el resultado, el presidente de la cámara Arthur Lira, quien llevó la cuestión al pleno, agradeció al mismo su «comportamiento democrático». Además, recalcó que el asunto «queda definitivamente enterrado», ya que «no tendríamos tiempo ni espacio para iniciar una nueva discusión». Sin embargo, invocó a sus colegas a dialogar y concertar una nueva forma «racional, clara y objetiva» de incrementar la transparencia electoral.
La intimidación de Bolsonaro
Mientras la Cámara de Diputados de Brasil procedía a votar la enmienda, el Ejército organizó un desfile militar en la Plaza de los Tres Poderes, espacio que alberga las sedes de la Presidencia, del Tribunal Supremo y del Congreso. La parada tenía como fin entregar a Bolsonaro una invitación para asistir a una serie de maniobras que se celebran anualmente en la ciudad de Formosa, cerca de Brasilia.
Cabe aclarar que nunca se había realizado este tipo de despliegue, el cual incluyó el paso de tanques y lanzacohetes, mientras que la Cámara de Diputados realizaba una votación. Esta fue la primera ocasión, desde el fin de la dictadura en Brasil, en la que un convoy militar pasaba por las calles en fechas que no consisten en conmemoraciones históricas.
Debido a ello, el acto ha sido calificado como un intento de intimidación por parte del actual mandatario, quien esperaba la aprobación del Legislativo. «Tanques en la calle, exactamente el día de la votación de la PEC [propuesta de enmienda constitucional] del voto impreso, pasó del simbolismo a la intimidación real, clara, indebida e inconstitucional», describió la senadora centrista Simone Tebet.
Finalmente, la votación fue contraria a las expectativas de Jair Bolsonaro. Ahora, el mandatario continuará siendo investigado por difundir «fake news» sobre fraude electoral y divulgar una investigación secreta sobre un ataque informático al poder electoral en 2018.