Durante las últimas semanas se han manifestado miles de cubanos que, hastiados de seis décadas de castrismo, claman por la libertad y democracia. A pesar de ello, fueron pocas fueron las voces de la izquierda peruana que, sin ambages, denunciaron la represión que se vive en dicho país desde hace mucho tiempo.
No fue el caso del excongresista y hombre de izquierda Richard Arce; quien conversó con Diario El Gobierno sobre lo que se vive en Cuba, además de manifestar su voluntad de conformar un movimiento político de centro izquierda —de cara a las elecciones generales del 2026— que guarde credenciales democráticas tanto en el acceso al poder como en sus principios más innegociables.
Sobre la dictadura cubana
Para Arce, en una democracia es importante la alternancia, lo cual es incompatible con los 62 años de gobierno de los Castro. En esa línea, no tiene remilgos en afirmar que en cuba hay una dictadura que restringe las libertades más elementales y monopoliza la opinión pública. No obstante, Arce reconoce el funcionamiento de determinadas políticas públicas llevadas a cabo en el régimen castrista.
«En Cuba hay restricciones a las libertades que están marcadas, está controlado el sistema de comunicación por lo que solo existe la prensa oficial. Con la revolución de la informática, se puede tener información adicional que no circula por el conducto regular, pero, de la misma manera, hubo apresamiento y persecución política para con los disidentes. La historia de estos 60 años también ha estado marcada por estas acciones, con lo cual evidentemente es una dictadura, no es una democracia. En democracia se entiende que hay libertades, como la libertad de información, la libertad de prensa, las libertades económicas».
Asimismo, Arce rescata algunas buenas acciones llevadas por el régimen cubano. «Paralelo a eso, hay que entender también que, hubo políticas públicas muy interesantes e importantes, como lo es el tema de salud y de educación, que ha garantizado que en este momento esté a la vanguardia, pero evidentemente con restricciones económicas no es mucho lo que se puede hacer como en otros países que tienen un buen nivel de desarrollo. Por tanto, podríamos decir que las políticas públicas si han funcionado y que debería ser reconocido», afirmó.
En cuanto al motivo de las recientes manifestaciones en Cuba, el excongresista identifica que la dependencia económica de otros países y de la actividad turística, es lo que ha llevado al país caribeño —en el marco de la pandemia— a no tener más ingresos, acarreando consigo el sufrimiento de la población.
«Se ha sumado la pandemia y la crisis económica; y definitivamente, es innegable que no hay democracia y la gente siente que ya es momento de la libertad. Yo entiendo la democracia como un proceso de transición, donde hay alternancia del poder. No podríamos hablar de una democracia donde solo es un grupo de personas, una élite, o una sola persona que se perennice en el poder».
¿Toda la izquierda peruana es condescendiente con el castrismo?
No resulta novedoso que políticos de izquierda no se muestren tajantes al momento de deslindar y condenar a las dictaduras afines al marxismo. Arce identifica que esa falta de coherencia se debe a simpatías ideológicas que terminan anteponiéndose a los principios democráticos más elementales.
«Desde mi punto de vista, ser de izquierda se basa en principios que no son negociables y estos pasan por buscar la justicia social y la igualdad de oportunidades y eso se puede dar en un sistema democrático, en un mundo de libertades. Entonces, regímenes totalitarios, dictaduras, sean de derecha o sean de izquierda, tienen que ser cuestionados a tal punto que no se deba ser cómplice. Por un tema de confrontación o de adversarios políticos, de ninguna manera se puede ser condescendiente con las dictaduras de izquierda. Al contrario, su posición tiene que ser el frontal y clara en ese sentido. A mí me causa mucha indignación cuando hay ese doble discurso, pero no solamente en la izquierda, también es en la derecha (…) En la izquierda son muy críticos con los regímenes de derecha: reclaman, levantan la voz cuando hay movilizaciones sociales defendiendo a la población, pero si el gobierno es de izquierda, por una simpatía ideológica ellos se mantienen silentes».
«Con respecto a las dictaduras, tenemos que ser confrontacionales, no podríamos ser condescendientes, no hay dictaduras buenas porque al final es la antítesis de lo que representa la democracia. Lo que te acabo de expresar probablemente sea una provocación para muchos de mis compañeros porque hay esa simpatía ideológica, pero más importante que las simpatías ideológicas son nuestros principios y es innegociable la democracia y la libertad», sostuvo el excongresista.
Una izquierda moderna
El exmilitante de Nuevo Perú consideró que sus diferencias con la izquierda más tradicional no son ideológicas, sino más bien de enfoque y con la estrategia de plan de desarrollo para el país en el aspecto económico. Por tales motivos se decanta por «una posición que cree en el mercado, junto con un estado fuerte que garantice derechos laborales, protección del medio ambiente, un equilibrio en el mercado que evite abusos en la posición de dominio etc. En suma, un Estado que ayude a desarrollar nuestra economía».
En este aspecto, Arce encuentra mucho más coherente la posición de centro izquierda en tanto le «permite quitar el antifaz ideológico para no caer en extremismos». Por tanto, al reconocer el peligro que acarrean los extremismos carentes de la virtud del diálogo y consenso, él estima que la posición de centro izquierda democrática es necesaria para todo movimiento de izquierda democrático.
«La izquierda debería tener esa perspectiva más de vanguardia, que permita entender que el mundo está cambiando y ese cambio requiere una izquierda moderna, comprometida con los problemas esenciales. Diferenciemos entre mercado y mercantilismo. No podemos generalizar y decir que la inversión es mala y más aún pretender nacionalizar o expropiar la propiedad privada, es fruto del esfuerzo de las personas».
De cara a las elecciones generales de 2026
Finalmente, Richard Arce intentó llevar a cabo una candidatura presidencial para las elecciones generales de 2021, sin embargo, el JNE rechazó su precandidatura. Por esta razón, Arce se posiciona como un potencial postulante de cara a las elecciones presidenciales del 2026, afirmación que el excongresista no tiene ambages en dar certeza.
«Yo voy a estar en política, tengo aspiraciones presidenciales. Estamos trabajando en la construcción de un partido político nacional para participar en las elecciones generales del 2026. Eso significa construir una organización política para la que hay que prepararse y encontrar consensos con otros sectores. Buscando siempre una propuesta de izquierda, progresista y moderna, para llegar al poder con una propuesta mucho más concertadora, que permita recoger visiones distintas para construir esta nación», concluyó.