Los ministros de Finanzas de los países miembros del G-20 aprobaron un nuevo mecanismo fiscal para las empresas multinacionales. La decisión tomada este sábado en Venecia ratifica el acuerdo alcanzado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el pasado 1 de julio.
El proyecto consiste en gravar con un impuesto mínimo global de al menos 15 % a aquellas compañías multinacionales cuya facturación anual supere los Є 750 millones (USD 890 millones).
La medida también implicaría asignar un porcentaje de los beneficios de estas empresas a las jurisdicciones nacionales con el fin de que tributen donde operen, independientemente de si cuentan o no con una tienda física. De esa forma, se espera evitar que las empresas desvíen sus fondos a paraísos fiscales con bajas tasas impositivas.
«El proyecto apunta a las 100 empresas más rentables del mundo, que por sí solas realizan la mitad de las ganancias mundiales, como los GAFA [Google, Amazon, Facebook, Apple]».
Pascal Saint-Amans, director del Centro de política y administración fiscal de la OCDE.
Reacciones internacionales
Las reacciones al acuerdo no se hicieron esperar, y autoridades alrededor del mundo se pronunciaron al respecto. Uno de los primeros fue el presidente español, Pedro Sánchez, que celebró la medida aprobada el sábado. Para el mandatario, la iniciativa del G-20 llevará a un sistema fiscal «más justo, global y eficiente».
Por su parte, la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellena, instó al mundo a “finalizar rápidamente el acuerdo”. Para Yellena, el proyecto podría transformar la arquitectura tributaria mundial.
Las autoridades de la Unión Europea también se manifestaron al respecto. El Comisario Europeo para la Economía, Pablo Gentiloni, calificó la reunión de «jornada histórica». Para el funcionario italiano, el acuerdo pone fin a la llamada «carrera por el impuesto más bajo».
¿Qué falta para la entrada en vigor del acuerdo del G-20?
La decisión final sobre el concierto deberá ser tomada en la próxima cumbre de la OCDE, llevada a realizarse en octubre en la ciudad de Roma. De los 139 miembros de la organización, nueve aún son reacios a la medida. Entre ellos se encuentran Hungría e Irlanda, que han captado a grandes empresas en los últimos años debido a sus bajos impuestos. Por lo tanto, la prioridad en octubre será sumar a ambos países al proyecto.
En esa línea, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, se mostró confiado en que los países restantes se unirán a la iniciativa, destacando que el G-20 representa el 90 % del PBI global.
«Estoy absolutamente seguro de que habrá un acuerdo en octubre»
Olaf Scholz, ministro de Finanzas alemán
La OCDE también deberá discutir y definir cual será el porcentaje del impuesto. Aunque el G-20 ha planteado un gravamen mínimo del 15 %, países como Francia, Argentina y Estados Unidos desean que este sea aún mayor. Así lo expresó el Ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, previo a la reunión del sábado:
«Francia aceptó que el impuesto mínimo a sociedades fuera de al menos el 15 % en la declaración final del G7. Queremos que ese tipo mínimo de impuesto de sociedades sea superior al 15 %, esa será la posición que hoy defenderé aquí».
Bruno Le Maire, Ministro de Finanzas de Francia.