Paso a paso, partido a partido, jugada por jugada. Como hinchas de la selección tenemos que acostumbrarnos a vivirlo de esa manera. No hay encuentro fácil para nosotros. No solemos pasar por encima a los rivales, sino que luchamos minuto a minuto por conseguir la victoria. Hoy no será la excepción. Hoy nos enfrentamos al rival más complicado de Sudamérica, pero como la historia nos lo ha demostrado, estamos para grandes cosas. La cita es contra Brasil a las 6 de la tarde por la semifinal de la Copa América.
La principal preocupación sin duda es la ausencia de André Carrillo. La “culebra” ha sido determinante en nuestras últimas actuaciones participando activamente en la generación de goles. Ante esto, se especula que Gareca hará no solo un cambio hombre por hombre, sino que también uno táctico. Línea de 5 con nuevos nombres: López, Callens, Abram, Araujo y Lora, este último haría su debut como titular en la selección absoluta. Dos al medio: Yotún y Tapia. Abiertos Peña y Cueva, para dejar arriba solo a Gianluca Lapadula.
Es verdad que el último recuerdo que tenemos de ellos es de un 4-0 abajo, que nos han programado a un árbitro muy polémico y que contra Brasil siempre jugamos contra todos y contra todo. Hoy tenemos la oportunidad de cobrarnos esa revancha, de jugar con esa sangre en la cara, con ese pundonor que tanto nos caracteriza.
Hay que estar atentos porque cualquier contragolpe, ellos lo capitalizan. El volumen ofensivo y la rapidez van a traernos complicaciones, por lo que la atención defensiva y la vigilancia de espacios tiene que funcionar como reloj suizo. Y por el otro lado del campo debemos tener efectividad. Aprovechar cada situación que tengamos porque van a ser escasas y hay que sacar provecho de cada una de ellas.
Se puede hablar mucho antes del partido. Imaginar posibles resultados, quienes deben arrancar, que si le ponemos o no marca personal a Neymar. Pero lo cierto es que esta noche yo solo quiero creer. Por eso no me queda más que decir: es hoy, Perú.