La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, llegó este viernes 25 de junio a El Paso, estado de Texas. Con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se reunió con inmigrantes y visitó las instalaciones de la patrulla fronteriza con México.
Desde su llegada a la Casa Blanca, es la primera vez que Harris viaja a una zona que está recibiendo números récord de indocumentados. Según explicó, la visita tiene que ver con el contexto en Centroamérica. En ese sentido, añadió que se debe lidiar tanto con las causas como con los efectos de la migración.
“Estoy contenta de estar aquí. Siempre fue mi plan venir, y creo que vamos a tener un día bueno y productivo”, mencionó la Vicepresidenta de EE.UU poco después de llegar a la ciudad tejana.
Migrantes en el sur de EE.UU
El número de migrantes sin papeles que ha cruzado la frontera sur de Estados Unidos (EE.UU) incrementó desde que inició el año. Solo en mayo, se registraron más de 180.000 intentos de cruces ilegales al sur, la mayor cifra en casi dos décadas, según la Patrulla Fronteriza.
Muchos de ellos son familias con niños pequeños y menores no acompañados originarios de Centroamérica. El aumento ha sido desmedido, a tal punto que hasta la administración demócrata Biden-Harris ha dado marcha atrás con el discurso que mantuvo durante la campaña.
Biden encargó a Harris ocuparse del problema en marzo tras el aumento de la movilidad en la frontera mexicana. Por ello, después de la visita, Harris se reunirá también con activistas y varias ONG que ayudan a los migrantes.
Una encuesta de AP-NORC, efectuada en abril de este año, halló que el 56% de estadounidenses están en desacuerdo con las políticas migratorias de Biden. Respecto al manejo del aumento de niños migrantes no acompañados, la gestión actual alcanzó 24% de aprobación, frente a 40% de desaprobación. Finalmente, en seguridad fronteriza, el rechazo es de 55%, contra 44% que apoya las medidas.
Críticas
Desde hace meses, la vicepresidenta ha sido objeto de críticas por parte de los republicanos. Además, recibió reclamos de su Partido Demócrata por no visitar la zona fronteriza.
Al anunciar su visita, automáticamente su decisión fue traducida como una estrategia política, ya que anunció su viaje después que Donald Trump confirmara su visita a dicho lugar. El expresidente de EE.UU viajará el día 30 de junio con un grupo de republicanos de la Cámara de Representantes y el gobernador de Texas, Greg Abbot. Tras el anuncio de Harris, Trump aseguró que la vicepresidenta no hubiera planeado ir si él no hubiera programado una visita.