La recuperación post pandemia enfrentará todo tipo de desafíos, uno de ellos, la reactivación del mercado laboral y el desarrollo industrial en todo el país. Pero, ¿Cómo incrementar el empleo en épocas donde el uso de softwares y maquinarias automáticas han copado la mano de obra y son cada vez más preferibles a gastar en un sueldo?
Costo – beneficio
Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), en el año 2020 se perdieron 1.1 millones de empleos en Lima; esta cifra es, por lo menos, preocupante. Es por eso que muchas políticas públicas se han venido implementando en pro de subsanar esta problemática. Así también, la era digital ha proporcionado herramientas cruciales en la reanimación económica peruana y mundial.
Ahora bien, son muchos los beneficios que trae la conversión de una logística manual a una digital y automatizada. Por ejemplo, mayor productividad, mejora en la calidad, mejora en la experiencia del cliente, entre otros. Sin embargo, en un análisis de costo – beneficio, es pertinente observar lo que conlleva el uso de tecnologías en detrimento del capital humano, pues el objetivo es crear empleo y, a su vez, facilitar los procesos y optimizar el modelo de negocio. Es en este punto en el que la empresa debe decidir y tomar decisiones.
Cabe resaltar que las empresas que cuentan con procesos automáticos serán las que mejor enfrenten los efectos secundarios de diferentes crisis, en ese sentido, la automatización se ha convertido en una necesidad.
En el sector público, la automatización ha servido para agilizar procesos burocráticos que años atrás eran infernalmente tediosos. Con la promulgación del Decreto Supremo 029-2021-PCM, el gobierno peruano estableció condiciones para el uso de tecnologías en procedimientos administrativos.
Camino a la informalidad
Mientras se extienda el uso de nuevos softwares y tecnologías, los salarios reales irán decreciendo inexorablemente; puestos de trabajo serán reemplazados y, con ello, la desigualdad de ingresos se dilatará cada vez más. El destino final de aquellos empleados que se ven imposibilitados de competir contra la tecnología suele ser la informalidad. En un país con altos índices de personas en situación de pobreza el problema se agrava aún más.
La falta de propuestas concretas por parte de quienes osaban tomar el mando del país por los próximos cinco años hacen de este problema endémico un asunto que deberá esperar cierto tiempo para ser aliviado, a pesar de haber sido un tema sumamente afectado a raíz de la pandemia de la COVID-19.