Las marchas en contra del presidente Jair Bolsonaro se hicieron notar en el país carioca. El inconformismo respecto a la gestión que el gobierno brasileño empleó durante la pandemia irrumpió en las calles en forma de manifestaciones.
Se avecinaron carteles y pancartas con lemas como “Fuera Bolsonaro”, sostenidos por simpatizantes de izquierda en ciudades como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Recife y también en algunos países del extranjero; exigiendo la salida del mandatario mostrando su descontento por las altas cifras de muertes a raíz de la pandemia.
A esto se suma un clima político bastante dividido a puertas de las nuevas elecciones que, según las encuestas, muestra un empate técnico entre Bolsonaro y Lula Da Silva.
Brasil es actualmente uno de los países más afectados por la pandemia. Casi medio millón de muertes y 17.8 millones de contagiados, son las cifras que sustentan la crisis sanitaria en el país, el cual se encuentra en estado de emergencia y a la expectativa de una tercera ola que posiblemente azote en las próximas semanas.
La primera protesta en contra del actual gobierno se dio hace menos de un mes. Ahora se le suma un motivo más para exigir la dimisión de Bolsonaro, y es que se dio a conocer que el año pasado, el gobierno brasileño rechazó una primera remesa de vacunas del laboratorio Pfizer, en un contexto crítico donde abunda la necesidad de las dosis.
Sin embargo, la gestión de la pandemia no fue el único argumento de descontento mostrado por los militantes de izquierda. También se critica el aumento de subsidios que el gobierno está brindando a las familias más pobres, y así sobrellevar de mejor manera la crisis económica naciente el último año.