Con 60 votos a favor y 59 en contra, Naftali Bennett logró poner fin al poderío de 12 años de Benjamín Netanyahu frente al Gobierno Israelita. El millonario derechista juramentó como primer ministro gracias a la coalición de ocho partidos opositores de Netanyahu. Ahora, se espera que lleve al país a una nueva etapa como una prometedora luz de esperanza.
Bennett advierte sobre la polarización en Israel
Antes de ser elegido, Bennett celebró la diversidad y advirtió sobre la polarización del país. «Dos veces en la historia hemos perdido nuestro hogar nacional precisamente porque los líderes de la generación no fueron capaces de sentarse con los demás y comprometerse. Cada uno tenía razón, pero con todo eso nos quemaron la casa encima».
Con esta victoria, se convierte en el primer ministro del partido de Yamina. La bancada política derechista contiene solo siete escaños en la Knéset.
¿Qué sucederá con Palestina?
Uno de las reacciones más esperadas era la de este país, quien lleva más de 73 años enfrentada a Israel. Ello debido a la controversia sobre la creación de un Estado palestino y el consecuente conflicto social y armado producto al antisemitismo contra los judíos.
El primer ministro de Palestina, Mohamed Shtayyeh, calificó al mandato de Netanyahu como «el peor periodo» en la historia. En una reunión semanal de gabinete, el dirigente de la Autoridad Nacional Palestina declaró: «Los doce años continuos de Netanyahu en el poder supusieron uno de los peores períodos en la historia del conflicto [con Israel]».
Sin embargo, tampoco manifestó que la victoria de Bennett sea esperanzadora para la solución de controversias. Shtayyeh alegó que no considera que “el nuevo gobierno israelí sea menos malo que sus predecesores”. Además, auguró que la relación entre ambas naciones no prosperará si el nuevo primer ministro de derecha “no toma en cuenta el futuro del pueblo palestino y sus legítimos derechos”.
Finalmente, agregó lo que “se necesita del nuevo Ejecutivo de Israel es que comience a trabajar para poner fin a la ocupación” y acabar “con sus herramientas coloniales, como los asentamientos”.