Continúa la guerra comercial entre occidente y oriente. El senado de los Estados Unidos (EE.UU) aprobó, con 68 votos a favor, un proyecto de ley para incrementar la inversión en ciencia y tecnología. De esta manera, el gigante norteamericano busca reducir su dependencia en la compra de componentes industriales chinos.
Inversión de US$250.000 millones
El proyecto de ley de Innovación y Competencia 2021 pretende inyectar US$250.000 millones a los sectores de investigación y desarrollo tecnológico en Estados Unidos. Esto con el objetivo de incrementar la productividad y competitividad norteamericana para equiparar y superar las capacidades industriales del gigante asiático.
Uno de los puntos más destacados de la ley, que espera también ser aprobada por la Cámara de Representantes, es el subsidio a la fabricación de chips semiconductores. En los últimos años, EE.UU. y el resto del mundo ha sido altamente dependiente de China para la obtención de estos dispositivos. Por lo tanto, la Casa Blanca buscaría reducir las importaciones de estos componentes necesarios para la industria automotriz y de comunicaciones.
Tras la aprobación de la propuesta en la Cámara Alta, Joe Biden declaró: «Estamos en una carrera por ganar el siglo XXI y el pistoletazo de salida ya sonó. Mientras otros países siguen invirtiendo en su propia investigación y desarrollo, no podemos arriesgarnos a quedar atrás». Asimismo, el demócrata Chuck Schumer señaló: «Creo que esta legislación le permitirá a Estados Unidos superar al mundo en innovación, producción y competencia en las tecnologías del futuro». A través de su cuenta de Twitter, el senador también expresó que la ley sentaría las bases para un nuevo siglo de liderazgo estadounidense.
Disposiciones controversiales
La denominada Ley de Innovación y Competencia no solo contiene disposiciones para incrementar la inversión pública en investigación y desarrollo. El Senado norteamericano incluyó una serie de medidas contra su competidor en oriente. Entre ellas, la prohibición de descargar la famosa aplicación TikTok en dispositivos móviles gubernamentales.
Adicionalmente, la propuesta legislativa incrementaría los castigos contra Pekín. Washington impondría nuevas sanciones económicas contra el gobierno de Xi Jinping por abusos contra los derechos humanos. También serían objeto de sanciones las organizaciones chinas que sean parte de ciberataques o delitos contra propiedad intelectual norteamericana.
Finalmente, el país defensor de la democracia destinaría US$300 millones a la lucha contra el Partido Comunista chino, fuerza política que instaló un gobierno de partido único desde la victoria de Mao en la Guerra Civil china.
Respuesta china
El gobierno de Xi Jinping rechazó tajantemente el proyecto de ley estadounidense. Para el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, la iniciativa del Senado norteamericano sigue una «mentalidad de Guerra Fría». Wang Wenbin añadió que el contenido de la ley «exagera la amenaza china», por lo que podría afectar los indicios de diálogo y cooperación entre Washington y Pekín. Ello tras los aparentes buenos resultados de las conversaciones comerciales entre ambos países entre mayo e inicios de junio.
En una conferencia de prensa, el portavoz agregó: «Nos oponemos firmemente a que Estados Unidos trate a China como enemigo imaginario». Además, aunque afirmó el compromiso de su país con la no confrontación, aclaró que harían lo necesario para proteger su soberanía. En ese sentido, alegó que «bajo la bandera de «innovación y competencia», [Washington] interfiere en los asuntos internos de China y busca contener su desarrollo».
Por su parte, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional ahora discute la aprobación de una iniciativa legislativa para hacer frente a EE.UU. Por lo visto, la administración Biden no planea poner fin a la guerra iniciada por su antecesor, Donald Trump.