Luego de su primer discurso formal ante el Congreso, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pretende impulsar un cambio en la política económica de su país. Se trata de una presunta ruptura con el liberalismo que crearía una nueva relación entre el gobierno y la sociedad. Para lograrlo, ha detallado que aplicará un programa que suma US$ 4 billones en ayudas sociales e inversiones públicas para generar empleo. Además de incluir propuestas como «Plan de Empleo» y «Plan de Familias» que costarían US$ 2,3 billones y US$ 1,8 billones, respectivamente.
¿Cómo financiará lo planteado?
Biden pretende aumentar el tipo impositivo de las grandes compañías del país de 21 % al 28 % y aplicar un impuesto mínimo del 15 % sobre los ingresos contables. Un programa económico de estas características hace unos años era impensable, debido a que el motor clave de la economía era el sector privado; no obstante, este desligue tiene como objetivo que el Estado tome el protagonismo en la reactivación.
«El cambio es lo suficientemente grande como para describirlo como una ruptura con el neoliberalismo», sostiene J.W. Mason, un profesor de economía en el John Jay College de Nueva York y miembro del Instituto Roosevelt, en una entrevista con BBC Mundo.
El FMI se pronuncia al respecto
Por su parte, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que es urgente alcanzar un pacto multilateral similar al impulsado por Joe Biden para no empezar una guerra comercial a nivel mundial. Pues, un acuerdo fiscal con reglas globales sobre los impuestos a las ganancias de las grandes empresas multinacionales evitaría un espiral caótico.
«Somos particularmente optimistas para un acuerdo global sobre impuestos a la renta de las empresas en 2021 (…) Y se necesita con urgencia para evitar, en el futuro, el riesgo de caer en una espiral caótica de impuestos o guerra comercial donde todos van a perder», dijo Georgieva.