Birmania enfrenta un golpe de Estado desde el 1 de febrero de este año. Los militares se justificaron señalando un supuesto fraude electoral. Más de 500 personas murieron en las protestas que pretenden restaurar la democracia en el país. Recientemente, la Junta Militar ha decretado el cierre inmediato de las señales inalámbricas de internet en toda la nación. Y esto se suma a los sucesivos apagones de red que ocurrieron desde la entrada de los militares al Ejecutivo.
Una decisión estratégica
Las protestas son un «baño de sangre», así lo describieron diversos medios internacionales después de las declaraciones de Christine Schraner, una enviada especial de la ONU. Asimismo, la violencia ejercida por los militares ensombreció la región. Por otro lado, la tasa de desaparecidos ascendió desde el primer día de las protestas, y los arrestados llegaron a 2.700 personas.
No obstante, una de las herramientas fundamentales de la oposición democrática era la documentación de incidentes. Gracias a las redes, manifestantes y testigos almacenaban instantáneamente numerosas pruebas de la violencia táctica de las fuerzas armadas. Videos y fotos prueban los ataques directos contra la población civil. Se reporta que los disparos a discreción de los uniformados provocaron la mayoría de las muertes.
Una de las primeras decisiones de la Junta para socavar a la oposición fue el bloqueo de las redes sociales. Sin embargo, las herramientas VPN permitieron que la población continuará expresándose en redes a través de servidores extranjeros. En consecuencia, se dio la última decisión de bloquear las redes 4G del país, sometiendo a la población a depender de las líneas fijas de sus hogares. Siendo estas últimas, parte de las redes menos extendidas de la nación asiática.
Guerra civil ineludible
La preocupación internacional no ha sido apremiante frente a Birmania. «¿Cómo juzgará la historia a esta inacción?», se pregunta Schraner en un discurso filtrado a la prensa. Ayer, la agente pidió al órgano máximo del Consejo de Seguridad de la ONU que inicie «acciones significativas» para revertir el curso de los hechos.
En el discurso presentado también se describió el panorama del país. «Está a punto de convertirse en un estado fallido». La preocupación de Schraner apunta a la severa crueldad militar y la posibilidad de que inicie una «guerra civil a una escala sin precedentes». Ello, considerándose la posible acción de las guerrillas étnicas del país.
Este último martes, tres grupos paramilitares de la región firmaron un documento conjunto. Tanto el Ejército de Arakan, el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang, y el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar, advirtieron a la Junta Militar que cese la violencia. Si esta demanda no es escuchada, las protestas civiles tendrán el apoyo de las guerrillas.
La preocupación de los vecinos
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) pretende eliminar la crisis en Birmania. El embajador de Vietnam, Dang Dinh Quy, aseguró que la asociación usará todos los canales posibles para terminar con la violencia. Asimismo, esta semana, los ministros del Exterior de Singapur, Malasia, Indonesia y Filipinas, tendrán una reunión especial en Pekín. Esta invitación es el primer paso para dialogar con las élites birmanas. Las buenas relaciones que mantienen las autoridades de Birmania con el gigante asiático, son clave para el inicio de las negociaciones.