La frase «vive el día a día como si fuera el último día de tu vida» se ve reflejada en una persona: Rubén López. Un español de 43 años a quien si le preguntas cómo se describiría a sí mismo, no hace mención a su trayectoria deportista o sus récords ganados, sino que, por el contrario, responde que su mejor definición es ser un «loco, soñador, que sabe que la vida es un camino corto e intenta disfrutar de cada momento procurando ayudar a los demás».
No cabe duda de lo anterior, pues su trayectoria deportista le ha permitido alcanzar los premios más anhelados. Ejemplo de ello son los prestigiosos Récords Guinness, de los cuales posee siete galardones gracias a haber realizado retos extremos tales como: nadar 200 kilómetros en el poético y enérgico Triángulo de las Bermudas; correr 200 metros en el Círculo Polar Ártico; escalar tres veces en cinco días el Kilimanjaro —uno de los picos más altos y peligrosos del mundo—; así como también, realizar otros retos extremos los cuales muy pocos se atreverían a realizar.
«Uno no se levanta y dice voy a subir el Kilimanjaro o voy a correr 200 kilómetros, sino que es el cúmulo de muchos entrenamientos físicos y de muchas conversaciones con tu cabeza. El momento complicado de cualquier reto es el reto diario de cualquier persona, convencerte de que eres capaz, de que puedes hacerlo, de que merece la pena y ese es el punto diferencial: el no perder el foco».
Pese a lo anterior, él no se considera -como muchos deportistas- alguien que busca sus metas desde el ego profesional, sino que, se dio cuenta de que a partir de sus habilidades deportivas podía ayudar a causas y ONG’s que no tenían las oportunidades de llegar a los medios de comunicación. Es así como se convirtió en el primer CEO de una empresa llamada «Fundación Rubén López» (antes «Fundación Invencible»), que en primera persona hacia retos extremos en diferentes ámbitos deportivos, los cuales tienen como objetivo el recaudar toneladas de alimentos para ayudar a las personas más necesitadas alrededor del mundo.
López, además de demostrar su aptitud deportista y solidaridad, es también un «hombre creyente» que si bien admite no va todos los domingos a misa, sí considera a la religión como algo que puede generar un sentimiento de paz y fe en la humanidad. De esta manera, la religión, y especialmente creer en algo que muchas veces no es tangible, ha sido una de sus principales guías y fuentes de paciencia para mantenerse en la carrera solidaria. «El secreto está en creer en uno mismo, no desfallecer, creerse capaz de hacer cualquier cosa. Hay una frase que va conmigo desde hace muchos años que se me ocurrió de casualidad y se ha transformado en el slogan casi de mi vida, de la fundación y de todos los retos: Haz de lo imposible algo cotidiano. Puede que no tenga paciencia para varias cosas, pero sí la tengo para estar tres días encima de una bicicleta y que eso ayude a generar dinero, generar alimento y especialmente generar solidaridad».
8XWORLD, el reto solidario más grande
El Amazonas, el Polo Norte, Nepal, el desierto de Atacama, Uganda, el Kilimanjaro o Aconcagua son algunos de los destinos en los que Rubén ha estado para recaudar fondos para ONG’s y fundaciones. El formato de 8XWORLD, con el nuevo desafío solidario para los próximos doce meses, consta de ocho retos deportivos únicos y jamás realizados en países como México, Argentina, y el próximo destino, nuestro país: Perú.
Hace poco más de mes y medio, López estuvo en Costa Rica, el primer país en donde se realizaron los dos primeros retos solidarios, recaudando trece toneladas de alimentos. El primer reto fueron 72 horas Non Stop en bici fija, y el segundo, llevado a cabo en Upala, consistía en recorrer los 250 kilómetros de la gran Ruta de los volcanes, trayecto el cual Rubén concluyó en 20 horas . «Me siento orgulloso porque pudimos ayudar a mucha gente, muchas personas que se conectan a la causa y sobre todo, lo que siempre digo, despertar el espíritu de superación y solidario. Y aunque la gente no se una a mis retos solidarios con comida o porque no puede, quizás le hicimos el click en la cabeza y a lo mejor mañana empiece a ir a un gimnasio, quiera adelgazar porque le duele la rodilla cuando sube las escaleras, porque le va a dar los buenos días a su vecino al que lleva viendo tres años y no sabe cómo se llama. Ese tipo de cosas ya me hace sentir orgulloso porque hay mucha gente que tras conocerme a mí o los retos que hacemos, está dándose cuenta que la solidaridad no es una cuestión de dar un euro o dos dólares y basta, sino que la solidaridad es una y se hace día a día».
—¿Cómo surgió la idea de conformar 8XWORLD?
8XWORLD tenía que desarrollarse el año pasado, pero la pandemia nos dejó solamente con un reto, dos días de bicicleta superando un récord que ya tenía en el 2018. Desde mediados del año 2020 me propuse que este 2021 sí o sí teníamos que hacer 8XWORLD. Desarrollamos los dos primeros retos en Costa Rica, primero tenía que ir a México y Perú pero la pandemia nos hizo cambiarnos de orden y hemos decidido que todo el año va a ir destinado a conseguir alimentos. La idea es recaudar 40 toneladas, 5 por cada reto. En mi cabeza de impaciente y soñador no quiero recaudar 40, quiero recaudar 100; después de los anteriores 2 retos ya vamos 13 toneladas y quedan 6 retos y yo creo que vamos a conseguirlo, espero y deseo, Dios mediante, que podamos realizar todos los retos, que la pandemia vaya mejorando, que la gente se quiera mucho, se cuide mucho y que se de cuenta de que cuidarse a uno mismo es cuidar a los demás.»
—¿Por qué decidiste elegir a Perú como un destino para tus retos solidarios?
Creo que Perú es un gran desconocido si le quitas Machu Picchu, la gastronomía y ciertos aspectos que te pueden venir a la cabeza de pronto. Entonces hay muchas acciones que puedes hacer en Perú, hay mucha gente que nos está pidiendo ayuda desde ahí y tenía que incluirlo si o si en 8XWORLD. Estaremos por ahí a mediados de finales de Junio-Julio, no te puedo adelantar mucha información pero si que va a ser un reto muy interesante y extremo que tiene que ver con los antepasados y la cultura. Creo que va a ser muy fuerte pero va a estar muy bien. Vamos a recorrer entre ocho y nueve municipios.
—¿De qué manera te podríamos ayudar cuando vengas a Perú?
Donando comida. Ahora mismo estamos volcados en que recaudemos el mayor número de alimentos y, dado el momento, la información de dónde, cómo y cuándo podrán hacer la entrega de los alimentos se los haremos conocer. Toda ayuda es bienvenida no solo en comida, en dar visibilidad al proyecto, a todas las causas solidarias y a toda la gente que la está pasando mal. Un secreto es sensibilizar a la gente para que puedan darse cuenta de que el deporte es una buena unión y para que la gente entienda de que el deporte es salud, que puede ser una forma de entender la vida. Creo que encierra todo lo que es verdaderamente importante en la vida: el respeto, el cariño, la solidaridad, el fracaso, el éxito, y creo que si fuéramos capaces de llevar una parte de lo que genera el deporte al día a día nos iría mejor.
«La vida es demasiado efímera»
Darse cuenta de que el tiempo es muy limitado es algo que caracteriza la esencia de López. Pintar, leer, dormir pocas horas y a la par entrenar alrededor de seis o siete horas diarias es algo que se justifica en la premisa anterior. Asimismo, y en similitud con lo mencionado, él sostiene que la vida es un ciclo y que uno de los grandes mensajes que le daría a las nuevas generaciones es que «hay que ser consciente de que hay que ¨perder¨ un mínimo tiempo para ayudar a los demás. Hay que quitárselo de otros menesteres diarios para darte cuenta que es fundamental hacerlo porque quizás un día tú estés en ese lugar».
Por último, preguntas similares a «¿Cómo te verías de aquí a 10 años?» no tienen sentido para Rubén, pues él entiende que muchas veces la vida nos pone en situaciones en las que en poco tiempo el proyecto vital de uno cambia rápidamente. «De pequeño tenía mucho miedo a la muerte, tenía mucho miedo a morirme, y quizás gracias a eso o por culpa de eso he aprendido que vivir con miedo no tiene mucho sentido porque te paraliza y no te deja disfrutar de cosas maravillosas (…) Hay gente que va a venir, hay gente que se va a ir, pero tienes que quererte mucho porque tu vas a estar contigo siempre y tienes que hablarte mucho, tienes que entenderte mucho, tienes que llevarte bien cuando las cosas no vengan bien y tienes que intentar no llevarte mal ni castigarte mucho».
Es así como López, un empresario español que lleva el deporte y la solidaridad al extremo de la mano de sus cuatro pilares de vida: no desfallecer, creer en uno mismo, ponerse en el lugar del otro, y cultivar el alma, cuerpo y mente; ha hecho del deporte un arma letal en un mundo donde la solidaridad es muchas veces lo que nos hace falta para hacer de este un lugar mejor donde vivir.