Después de su rechazo hace dos años, la Cámara de Diputados aprueba el proyecto legislativo que legaliza el aborto, con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones, Argentina se encuentra a la espera del visto bueno o la negativa del Senado. Esta previsto que la decisión se dé antes de fin de año.
La marea verde
Un estallido de festejo llenó las calles de Buenos Aires. Miles de jóvenes abanderadas con pañuelos verdes, pasaron la noche entera a fuera del Congreso, a la expectativa de los resultados. El «10 y 11 de diciembre, estamos dispuestas a acampar para que se vote por nuestra ley, como lo hicimos en el 2018”, dijo una docente de 28 años.
En sonora fiesta, la vigila se dio al ritmo de la música. En contraste, separados por una valla metálica, se encontraba una «marea» de distinto color. Otra multitud abanderada con pañuelos celestes, en representación de la consigna «Salvemos las dos vidas» aguardaba también los resultados, y al escucharlos, su frustración se hizo visible.
¿Qué dice la ley actual argentina?
Argentina en una ley de 1921 tiene prevista la terminación voluntaria del embarazo para dos casos en concreto: riesgo grave para la madre o embarazo por violación. Según los colectivos, este tipo de atención varia de forma indeterminada según las regiones y las clases sociales.
¿Qué establecería la nueva ley?
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, similar al anterior presentado por la Campaña Nacional surgida en 2018, tiene como objetivo garantizar el derecho a la terminación voluntaria del embarazo con solo el pedido de la gestante, hasta la semana catorce (3 meses y medio).
Fuera del plazo aún se puede solicitar la terminación si se cumplen las excepciones: a) si el embarazo es resultado de una violación, o b) si la vida de la gestante se encuentra en peligro. En la primera excepción, la madre tendrá que hacer un petitorio y presentar una declaración jurada.
Asimismo, tras haberse presentado el requerimiento. En cualquiera de los casos, el Estado tiene como obligación de garantizar la intervención en máximo 10 días naturales.
Para las etapas del aborto y el postaborto, el personal de salud tiene la obligación de garantizar las siguientes condiciones y derechos:
- Trato digno
- Privacidad
- Confidencialidad
- Autonomía de la voluntad
- Acceso a la información
Además, la práctica quirúrgica será completamente gratuita y estará incluida en el Programa Médico Obligatorio (POM). Todos los sistemas de salud estarán obligados a garantizar el acceso a este derecho en todo el país. Y el personal de salud no podrá negarse a la realización del aborto si la vida de la gestante está en peligro. La atención postaborto tampoco podrá ser abandonada, ambos incumplimientos tendrán sanciones civiles o penales, según corresponda.
Los pañuelos y sus colores
El gran debate del aborto en Argentina se ha extendido a sus fronteras, y en el país sureño diferentes movimientos han surgido a su alrededor. Cada uno con un color diferente, algunos compatibles y otros no. Los pañuelos que son visibles en las marchas en Argentina son los siguientes:
- Pañuelo verde: Símbolo del movimiento a favor de la legalización aborto. Asociada directamente con una gran diversidad de colectivos feministas, bajo la consigna «Por un aborto legal, seguro y gratuito».
- Pañuelo celeste: Principal contraste del movimiento anterior. El pañuelo celeste surge en contra de la legalización del aborto, con el apoyo original de la ONG + Vida, y diversas organizaciones religiosas, todas bajo la consigna de «Salvemos las dos vidas».
- Pañuelo naranja: Presentado originalmente por dos actrices argentinas. Representa el movimiento a favor de la separación de la Iglesia Católica del Estado. Pretende que las instituciones eclesiásticas no sean financiadas por el estado, y que ninguna entidad religiosa tenga injerencia en la política argentina. Bajo la consigna «La Iglesia y el Estado, asunto separado».
- Pañuelo rojo: Surgió a partir de una publicación en Facebook de una Concejal cordobesa, este movimiento está en favor de la agilización de los trámites de adopción.