Las elecciones legislativas se realizaron el pasado 6 de diciembre en Venezuela. Cifras oficiales del Centro Nacional Electoral (CNE) afirman que hubo una participación del 31% y le dan la mayoría al chavismo, tras una clara abstención propuesta por la oposición venezolana.
El pasado domingo se realizaron las elecciones para cambiar al último poder a manos de la oposición venezolana: la Asamblea General. El CNE anunció una participación del 31%, sin embargo, opositores afirman que fue mucho menos por lo que se puede observar en las fotos. Las cifras contrastan con las elecciones legislativas pasadas, que tuvieron 40 puntos más de participación.
La amplia victoria chavista, con el 67.6% de apoyo, se dio en un clima de tensión e incertidumbre. Las fotos de los centros electorales mostraron la clara abstención que fue aceptada por la población. Y es por esta razón que se piensa que hubo un cambio de último momento en el registro electoral de Nicolas Maduro. Como todos los años, el líder oficialista votaba en el Liceo Bolivariano Miguel Antonio Caro, sin embargo, no fue a votar ahí el domingo pasado. Pasado el mediodía, se corrió la noticia del cambio, donde Maduro le correspondería votar en el Fuerte Tiuna (un complejo militar ubicado en Caracas). Esto no solo vulnera -aún más- la legitimidad del CNE, si no que muestra que el mandatario ya no tiene esa cercanía con la población.
Antecedentes de las irregularidades del CNE
La abstención no es una nueva acción tomada por la oposición venezolana. En 2005, en las elecciones parlamentarias, diversos partidos de la oposición alegaron que no existían garantías del voto secreto. Esto se dio por la conocida “Lista Tascón”, en donde en 2004 , un diputado del chavismo publicó una lista de más de 2 millones de venezolanos que habían firmado la petición de un revocatorio. La Lista Tascón causó gran malestar en la población ya que esta lista debió utilizarse para temas del referéndum, pero fue utilizada por el oficialismo para iniciar despidos masivos a las personas que trabajaban en el sector público y habían firmado.
Años después, la participación se normalizó y en 2015, se dieron las elecciones para la Asamblea Nacional, donde la oposición obtuvo una mayoría. Sin embargo, esto no duró mucho. En 2016, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) apoyó la denuncia hecha por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), donde se impugnaba a tres diputados de la oposición. La denuncia afirmaba que estos compraron votos y que por lo tanto no deberían juramentar. El TSJ apoyó esto y calificó en desacato a la Asamblea Nacional por juramentar a los tres diputados. En 2017, tras las órdenes de desacato, el TSJ suspende a la Asamblea y toma sus funciones.
Aparición de la Asamblea Nacional Constituyente
Nicolas Maduro tuvo fuertes presiones por la absorción del poder y decidió convocar a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), pasando por encima de los procesos que exige la Constitución para un cambio de constitución. En 2017, se celebran las elecciones y la oposición llama a la abstención por motivos de legitimidad al llamado. La ANC compuesta por el oficialismo toma posesión como el órgano legislativo del país, sin embargo, hasta la fecha, no ha habido ningún cambio en la Constitución venezolana.
Otro hito que marcó para la abstención de las elecciones del pasado domingo, fue en 2016. La constitución venezolana prevé un referendo revocatorio a mitad del periodo presidencial, donde se puede decidir si se quiere seguir con el presidente actual. Para ello se debe llegar a la recolección de firmas del 20% de electores del país, y posteriormente el CNE debe convocar a dicho referéndum. En 2016, paralizó la recolección de firmas afirmando que acataba las medidas ordenadas por los tribunales que declaran irregularidades en la recolección de firmas.
¿Por qué se hizo el llamado a la abstención?
Las irregularidades amparadas por el CNE se criticaron fuertemente por la oposición venezolana y por gran parte de la comunidad internacional. Considerando así falta de legitimidad en las elecciones hechas bajo su umbral. Por consecuencia, tanto las elecciones presidenciales de 2018 y las del pasado domingo, han tenido un llamado a la abstención, buscando mostrar la falta de legitimidad que tienen.
Además, estas elecciones fueron propuestas por el TSJ, cuando la Constitución afirma que estas deben ser llamadas por la Asamblea Nacional. Otro punto que la oposición destaca, es el cambio en la cabeza del CNE. La junta directiva cambió este año, sin embargo, los nuevos miembros cuentan con claras afiliaciones políticas, lo cual está prohibido por las leyes venezolanas. Y finalmente, la oposición reclama las continuas inhabilitaciones políticas y persecuciones que el chavismo ha tenido hacia políticos de la oposición.
Reconocimiento internacional
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía, firmaron una declaración conjunta donde piden a la comunidad internacional rechazar estas “elecciones fraudulentas». Sumado a ello, el día de hoy, la OEA aprobó una resolución donde se rechaza las elecciones pasadas.
Estados Unidos y la Unión Europea, previó a las elecciones, afirmaron no reconocer las elecciones y que el apoyo a Guaido continuará.
En contraparte, hasta el día lunes, Argentina, Bolivia y México habían mantenido un silencio. Pese a que es de conocimiento público su cercanía con el régimen chavista, no han hecho una declaración clara en las elecciones.