El domingo pasado, se dio a conocer que el gobierno de Trinidad y Tobago expulsó de su país a 27 personas, entre ellos a 16 menores de edad. Este hecho se habría realizado en una pequeña lancha con averías en el motor y con los menores en ausencia de sus padres. Aquel acto se originó horas antes del inicio de un juicio en el que se solicitaba sus permanencia en la isla.
David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, reportó el suceso el día domingo. Este, quien es otro perseguido político por la dictadura venezolana, informó que deportaron 16 niños venezolanos, entre ellos estaba un bebé de 4 meses. Con ello, también se informó que los niños fueron separaron de sus padres, quienes se encontraban en suelo trinitense.
Las condiciones en las que se habría realizado la deportación son cuestionables. En las imágenes se muestran dos lanchas de maderas con 16 menores de edad y 9 mujeres que fueron devueltos en medio de un clima lluvioso. Además, el medio venezolano local Tane Tanae comentó que los motores estaban presentado fallas técnicas.
#DondeEstanLos16
Las autoridades de Trinidad y Tobago escoltaron a los dos botes mientras se mantenían en aguas territoriales. Se previó que estos llegarían a La Barra, una zona de palafitos ubicadas en el estado venezolano de Delta Amacuro. El trayecto es de 40 minutos aproximadamente; sin embargo, hasta el día martes no se sabía la ubicación de los menores.
Al día siguiente de la expulsión, un juez de la Corte Suprema ordenó a la Fuerza de Defensa de dicho país la devolución de los deportados. Sin embargo, el paradero aún se desconocía.
El día martes se habría realizado un contacto, pero todavía no se sabia de su ubicación. A través de un video se pudo percatar las condiciones en las que viajaban: sin salvavidas de protección, sin distanciamiento, en un bote de madera en medio de condiciones climáticas desfavorables.
La protección del refugiado debe estar garantizado
La isla caribeña ha recibido alrededor de 24 mil venezolanos y es por ello, que anteriormente impusieron visas a los venezolanos. Sin embargo, el cuestionamiento internacional se debió al procedimiento que desarrolló el gobierno trinitense. “Todos los refugiados y migrantes, independientemente de su estatus, tienen derecho a ser protegidos y que sus derechos humanos sean respetados», afirmó Liz Throssell, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Además, la nación ratificó la Convención sobre Refugiados de 1951, que prevé la devolución de migrantes cuando estos manifiestan una solicitud de asilo. Asimismo, la defensa de los menores habían introducido un habeas corpus, afirmó Smolanksy, pero las autoridades no detuvieron la deportación.
Respuestas del gobierno
El día martes, el Ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, convocó una rueda de prensa. «Yo no puse a ninguna persona en ningún bote (…) no sé si son 10, 12 o 16 niños, no sabemos de qué hablan», fueron las palabras del ministro negando el hecho.
«Nuestra prioridad es nuestra población y nosotros tenemos leyes. Todo el que ingrese a la isla de manera ilegal, o esté aquí sin documentos, seguirá siendo deportado».
Stuart Young, Ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago
«He visto el ‘supuesto’ reporte sobre los 16 niños, pero ahora pregunto: ¿alguien ha visto a esos individuos? ¿Quiénes son? Muestres certificados de nacimiento para verificar que son menores de edad», cuestionó Young. La rueda de prensa despertó mucha indignación puesto que además de negar los hechos, afirmó que acciones como estas se pueden seguir dando.
Por otra parte, el primer ministro de la isla, Keith Rowley, el día de ayer culpó al presidente de la OEA, Luis Almagro, de haber “declarado la guerra” por no apoyar a un cambio de gobierno en Venezuela.
En contraparte, el gobierno de Nicolas Maduro, no ha emitido mayor comunicación al respecto. Diversos medios internacionales afirman que se han contactado con este, pero que no han obtenido respuesta alguna.
El juicio que ganaron
Tras pasar 48 horas en el mar, casi en simultáneo con la rueda de prensa del Ministro de Seguridad Nacional, los botes arribaron a las costas trinitenses. Tras su llegada los detuvieron en la estación policial de Erin, en la espera del juicio que decidiria su permanencia en Trinidad y Tobago.
A horas de la mañana de hoy, se informó que los niños ganaron el caso en contra al Gobierno de Trinidad y Tobago. Junto con ello se emitió la orden de liberación que se dará en 14 días. Debido a las regulaciones estatales deben permanecer en cuarentena por 14 días.
El juicio dictaminó que no podran ser deportados y que estarán bajo la potestad de sus padres y representantes. Sin embargo, el abogado defensor, Gerald Ramdeen, que ha trabajado junto a ACNUR, comentó que se está trabajando para conseguir el estatus de refugiados. Pero aún está en proceso, afirmó Francisco Marín, periodista venezolano.