Costa Rica empieza a recuperar su estabilidad luego de más de dos semanas de intensas protestas que fueron desatadas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que preveía un préstamo de US$1.750 millones a cambio de ajustes económicos, incluidos un aumento de impuestos.
Costa Rica, un país que ha gozado de gran estabilidad durante varios años, fue puesto en el foco internacional por las protestas que se desataron desde finales de septiembre. Cientos de costarricenses salieron a las calles a protestar en contra del aumento de impuestos que había sido anunciado por el presidente Carlos Alvaro Quesada, producto del acuerdo con el FMI.
La economía costarricense había gozado de 25 años de aumento, una de las tasas de pobreza más bajas en América Latina en el Caribe y el único país centroamericano en ser admitido en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sin embargo, no pudo evitar las dificultades económicas de la actual crisis del COVID-19. La OCDE prevé que el PBI caerá 4.1%, producido mayormente por la dependencia económica al sector turístico.
Es por esta razón que en septiembre, el presidente Quesada anunció negociaciones con el FMI buscando un préstamo para calmar los estragos económicos de la crisis sanitaria. Estas negociaciones incluían la venta de activos estatales, la congelación de sueldos de funcionarios públicos y, lo que causó más indignación en los ciudadanos costarricenses, subidas temporales de impuestos.
Las mayores tensiones de las protestas se dieron por el bloqueo del paso fronterizo entre Costa Rica y Panamá, que es una de las fronteras más movidas por intercambios comerciales. En respuesta, Quesada el 4 de octubre anunció una mesa de diálogo y congeló el acuerdo con el FMI. A pesar del anuncio las protestas continuaron y con ello el bloqueo fronterizo.
El Movimiento Rescate Nacional expuso 14 condiciones para acabar con este bloqueo, pero el gobierno rechazó esto y afirmó que no se dialogará hasta que el grupo ponga fin a las protestas. Sin embargo, el gobierno a través de la Ministra de Economía, Industria y Comercio, Victoria Hernández, lideró negociaciones con los manifestantes y el 15 de octubre se levantaron los bloqueos tanto en el Paso Canoas, como el de Ciudad Neily. A pesar de esto, el Presidente Quesada, hizo un llamado al diálogo a través de su cuenta personal de Twitter, pero enfatizó en solo aquellos que “tienen una silla en la mesa multisectorial”, dejando al Movimiento Rescate Nacional fuera, a pesar de que el bloqueo fue levantado.
El día de hoy, sábado 17 de octubre, inicia la Mesa de Diálogo Territorial en las regiones Chorotega, Huetar Norte, Brunca y Pacífico Central, según un comunicado de prensa de la Presidencia de la República. Se espera un gran avance en la estabilidad, a pesar de que la Mesa de Diálogo Multisectorial se encuentra congelada por falta de apoyo.