Estados Unidos se encuentra a menos de un mes de las elecciones presidenciales, las cuales tendrán un gran impacto en la política interna norteamericana, la estabilidad social y la política exterior. Si bien el candidato demócrata Joe Biden lleva una cómoda ventaja en las encuestas nacionales y también en la mayoría de los swing states, la campaña del actual presidente aún no admite la posibilidad de una derrota, y matemáticamente el candidato republicano aún tiene posibilidades de lograr la reelección.
El presidente Trump, debido a su polémica personalidad y por el manejo de la pandemia, este año ha enfrentado grandes dificultades para mantener la fidelidad de los electores que permitieron su victoria ante Hillary Clinton. Los votantes de estados claves como Wisconsin o Pensilvania han mostrando una inclinación por el demócrata este año.
El presidente no solo afronta la pérdida de simpatizantes entre los electores comunes, importantes voces dentro del partido republicano se han alejado del polémico presidente o incluso han declarado que votarán por su oponente este año.
Uno de los casos que causó impacto dentro del partido fue el del ex candidato a la presidencia en 2012, el senador republicano por Utah Mitt Romney, quien voto a favor de retirar a Trump del cargo en el juicio de impeachment. Diversos analistas políticos afirman que la decisión de la mayoría de los senadores republicanos de no permitir testimonios claves durante el juicio de impeachment fue una clara señal de que el partido se había rendido a la voluntad de Trump.
Romney no ha sido el único personaje republicano que se ha mostrado en contra de Trump. Recientemente, Cindy McCain, la viuda de John McCain quien fue el oponente de Obama en las elecciones de 2008, afirmó que votaría por el demócrata, destacando la buena relación que su esposo y Biden mantenían. Por otro lado, John Kasich, el republicano gobernador de Ohio, se declaró contrario a Trump e, incluso, fue uno de los oradores en la convención republicana que tuvo lugar hace unos meses.
Trump no sólo tiene que lidiar con la oposición y el creciente apoyo de los electores a Joe Biden, sino que también tiene que soportar las fuertes críticas que recibe de importantes sectores de la propia derecha norteamericana.
The Lincoln Project
Uno de los movimientos políticos que ha asegurado apoyar los principios republicanos y al mismo tiempo estar comprometido con la derrota del actual presidente ha sido The Lincoln Project.
Los representantes del movimiento son claros y concisos, sus diferencias con el partido demócrata se mantienen, pero su prioridad es proteger el orden constitucional de los Estados Unidos. Afirman que la prioridad de todo americano debe ser la protección de la constitución y derrotar a aquellos que han abandonado su juramento constitucional sin importar el partido, para hacer una clara alusión al actual presidente Donald Trump.
El grupo fue fundado por 8 hombres y mujeres que trabajaron en campañas de prominentes republicanos como George Bush hijo o John McCain. Declaran defender los verdaderos valores del partido republicano que con la llegada de Donald Trump han visto un declive importante, lo cual ha transformado el partido que apoyaban.
¿El Trumpismo como reflejo de una transformación pasada?
Desde hace años, ser un republicano ha significado creer en valores del conservadurismo anglosajón como la existencia de un gobierno limitado o la maximización del libre mercado, solo hace falta recordar personajes icónicos del partido como Ronald Reagan o George Bush padre. En este escenario, Donald Trump ha planteado medidas que lo harían ver como un típico republicano. Sin embargo, Trump se ha rodeado en ocasiones por miembros radicales del partido que quieren dejar atrás el establishment que lo ha caracterizado durante las últimas décadas.
Es en este contexto, donde muchos miembros del partido se han empezado a cuestionar si el denominado Trumpismo podría significar una fase de transformación radical para el partido. Durante muchas décadas, el partido republicano acogió miembros de un amplio espectro ideológico, no era extraño encontrar liberal republicans que apoyan cuestiones como la seguridad social y un fuerte gasto público.
La transformación tuvo lugar en 1964 con la elección de Barry Goldwater como nominado republicano que buscaría llegar a la casa Blanca. Goldwater fue considerado un radical para su tiempo, pero muchos de los principios que proclamaba formaron parte de la discursiva y plan de gobierno de presidentes como Ronald Reagan y George Bush padre, de modo que moldeó a toda una generación de republicanos.
Sin embargo, sus puntos fueron denunciados como contrarios a los valores que defendía el partido. Nelson Rockefeller, un republicano moderado, declaró: “Estas son personas que no tienen nada en común con el Americanismo. El partido republicano debe repudiar a estas personas”. Que evoca una justa comparación con las críticas que muchos republicanos hacen hoy al modelo de gobierno Trump.
Este contexto plantea interrogantes dentro del partido republicano acerca de un posible dominio del Trumpismo sobre el partido. Sin embargo, Goldwater contó con su libro bestseller “The conscience of a conservative” que difundió y solidifico sus principios en las mentes de la juventud americana.
Trump no cuenta con un libro guía, pero si con un narrativa sensacionalista que ha capturado muchas mentes jóvenes dentro del partido republicano, pero los diferentes contextos y eventos pueden aun moldear el devenir de la línea ideológica que seguirá el partido republicano durante las próximas décadas. Sin lugar a duda, las elecciones de noviembre no sólo tendrán un fuerte impacto en la política norteamericana, sino que repercutirán fuertemente en el futuro del partido.