La historia de los puentes se remonta al origen de los tiempos, a la misma prehistoria. Probablemente el primer puente de la historia fue un árbol que utilizó un ser prehistórico para conectar las dos orillas de un río. También existen evidencias que utilizaron losas de piedra para cruzar arroyos pequeños cuando no había árboles cercanos a la zona. Asimismo, hay estructuras en forma de puentes de forma natural, también llamadas arco natural, en todo el planeta. Sin embargo, la historia de la humanidad ha sido testigo de la evolución de los puentes con diversos avances tecnológicos que dieron y siguen dando lugar a varias maravillas de la ingeniería.
Regularmente los puentes convencionales se construyen para conectar caminos, carreteras, líneas ferroviarias o zonas urbanas con fines comerciales, y así facilitar la circulación de vehículos. Sin embargo hay algunos puentes que ayudan a los canales de agua navegables a cruzar otros ríos, carreteras, valles o cuerpo de agua. Estos puentes de agua, conocidos como acueductos, son ejemplos del ingenio humano.
En Alemania, los ingenieros han ideado un puente acueducto que conecta dos cuerpos de agua, no sólo por el hormigón sino también por el agua. El puente de agua de Magdeburg inició su construcción en 1997 y concluyó en 2003, es una obra de ingeniería que funciona como un conducto eficaz entre el Elbe-Havel y el Canal Mittelland, que cruza el río Elba en Alemania. Al ser el canal más grande del continente, el Puente de Agua de Magdeburg permite a los barcos moverse cómodamente entre Renania y Berlín. El puente de Magdeburg le permite a los barcos ahorrarse unos 12 km, lo que en años pasados se debía recorrer para poder pasar de un canal a otro, ya que los cursos de agua se unían pero en lugares opuestos del rio Elba. Además, los niveles de agua hacían que muchas veces se duplicara el tiempo de recorrido del trayecto.
Con casi un kilómetro de largo y 32 metros de ancho, el puente de Magdeburg (Alemania) es uno de esos lugares que uno tiene que mirar dos veces para convencerse de que existe de verdad. Un puente de agua que cruza el río Elba y que permite el tráfico de barcos entre dos de los mayores canales del país. Más de 500 millones de euros y seis años de trabajo han permitido esta imagen irreal.
La construcción comenzó originalmente en la década de 1930, pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la división resultante de la nación aplazaron los planes de construcción por un período de tiempo nebuloso. Después de la guerra, Alemania Oriental no estaba interesada en reanudar el trabajo en el proyecto, ya que el comercio este-oeste ya no era significativo en el contexto de la Guerra Fría.
En la década de 1990, después de que la nación se unificó, el gobierno alemán propuso 17 proyectos de transporte en el país para reconstruir los enlaces de comunicación. Como parte de esta decisión, la propuesta de construcción del Puente del Canal de Magdeburg se renovó y, en 1997, se reanudaron los trabajos de construcción en el conducto. Además el proyecto también incluyó la extensión del Canal Elbe-Haval. Fue diseñado por Igenieurbüro Grassl Gmbh y los contratistas principales del proyecto fueron Bilfinger Berger y Dillinger Stahlbau.
Detalles constructivos
El puente de Magdeburg está construido como una estructura mixta de concreto y acero, su longitud total (918 m.) se divide en un puente sobre el agua de 228 m. de longitud y un puente sobre terreno de 690 m. El ancho de soporte máximo del puente fluvial es de alrededor de 106 m., y para asegurar un flujo continuo del transporte de barcos contenedores de tres niveles, se garantiza una lámina de agua de 6,50 m. en la zona del puente para ese tipo de naves. El puente terrestre, el cual como puente de inundación también ayuda en el desagüe de las crecientes del río Elba, contiene dieciséis secciones con soportes de 42,85 m. de ancho. El nivel de agua normal del canal es de 4,25 m. y el ancho utilizable entre los muelles es de 32 m. Para la ejecución de esta megaobra se emplearon 24.000 toneladas de acero y 68.000 m³ de concreto.
Es importante resaltar las observaciones realizadas por los ingenieros especialistas en puentes de este tipo, que a la hora de hacer los cálculos para la construcción, no es necesario tener en cuenta el peso de los barcos; únicamente es necesario el del agua que transcurre por el canal. Esto se debe al principio de Arquímedes: «Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado». Es decir, un barco siempre desplaza una cantidad de agua que pesa exactamente lo mismo que él, por lo tanto, si por el canal pasa un barco, el equivalente a su peso en agua es desalojado y ya no afecta, pues ya no se encuentra sobre dicho puente, sino que es repartido por el resto del sistema fluvial.
Los pilares fueron construidos con concreto antideslave que impide la penetración del agua en el elemento estructural, el cual fue vaciado por debajo del agua evitando estrictamente la segregación mediante una gran cantidad de un agente viscoso conformado por un polímero soluble en agua. El reto técnico iba más allá de las dificultades de construcción, puesto que una vez llenados con agua y abiertos al servicio, cada una de las pilas debía trasmitir de manera eficiente y segura un peso de alrededor de 13.000 toneladas al estrato portante sobre el fondo del río.
La superestructura del puente sobre el agua se realizó con dos vigas metálicas de borde, ambas con 4 m. de ancho y 8 m. de altura, hacia afuera como un entramado y hacia el interior como una construcción de pared completa, las cuales están unidas mediante una placa ortotrópica, la cual se caracteriza por sus propiedades mecánicas que son, en general, diferentes en las direcciones de cada uno de sus ejes. El puente fluvial fue empujado sobre un riel previamente instalado para el montaje final sobre el río. La sección del puente sobre el agua se compone de una gran caja de acero en voladizo, cuyos elementos de construcción principales están formados por la pared, el riel de la conducción y las láminas del piso de los cajones.
El puente terrestre es una viga de 690 m. de longitud total, con 16 secciones de 42,85 m. de longitud cada una y voladizos de 4,9 m. tanto en el espolón oeste como en el este y de 1,2 m. en el paso oriental hacia el puente. En el corte transversal se dispusieron 7 vigas horizontales sobre el piso de 1,9 m. de altura y dos vigas de borde de 6,27 m. de altura que conforman una especie de caja en la parte superior. Al igual que en el puente sobre el agua, la parte superior de la viga de borde sirve como camino de servicio.
El puente acueducto de Magdeburg se podría describir, entre otras cosas, como una alucinación sobre el agua.