Hace una semana las fuerzas militares de Azerbaiyán y soldados separatistas de Armenia iniciaron un conflicto en la capital de Nagorno Karabaj. Actualmente el territorio se ha convertido en un escenario de bombardeos. Las dos países pasaron por alto el pacto de paz que firmaron en 1994 tras una lucha violenta que dejó más de 30,000 muertos.
“Estamos al borde de un conflicto armado a gran escala que puede ir más allá de las fronteras y tener consecuencias impredecibles”, afirmó el primer ministro armenio, Nikol Pashinián.
Es importante mencionar que el territorio de Karabaj está situado dentro del territorio de Azerbaiyán, pero está dominado por armenios. Por está razón las autoridades quieren recuperar el control de la zona a toda costa, así sea a la fuerza. Los azerbaiyanos denunciaron a los soldados armenios por atacar a la población civil sin ninguna razón. El número de muertos durante la semana ascendió a más de 200 víctimas.
“Las fuerzas azerbaiyanas están apuntando a objetivos civiles”, declaró el portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Arstroun Hovhannissian.
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán informó que desde que comenzó la guerra, el 27 de septiembre, se han retomado 14 pueblos. Si los ataques continúan crearán una desestabilización a gran escala que podría implicar a diversas potencias como a Turquía, aliada de Azerbaiyán; Rusia, árbitro regional tradicional; Irán y Occidente.