La noticia del diagnóstico positivo por Covid-19 y de su reciente traslado al hospital militar Walter Reed ha modificado drásticamente los planes del presidente republicano a solo semanas de la elección presidencial.
El presidente Trump esperó la etapa final de la carrera presidencial para lograr acortar la brecha que coloca a Biden como probable ganador de las elecciones de noviembre. Concentrar la atención en la recuperación económica o la nominación republicana para la Corte Suprema era clave para lograr un mejor posicionamiento en las encuestas.
Sin embargo, el mayor inconveniente que afronta está relacionado con la atención de los medios de comunicación en su estado de salud, creando una fuerte relación con el manejo de la pandemia, el cual sólo 41% de los americanos consideran que fue exitoso.
Asimismo, el republicano tenía planeado concentrar sus actividades en estados claves como Florida o Wisconsin donde busca convencer a los votantes para poder ganar los denominados estados bisagra (swing states) que por lo general deciden las elecciones.
Problemas en los Swing States claves
La cancelación de eventos políticos y viajes del presidente a estados como Wisconsin, Pensilvania y Nevada es especialmente preocupante para su equipo de campaña.
Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos se deciden no por voto popular sino por colegios electorales. Cada estado cuenta con un número establecido de votos electorales que guardan relación con la densidad poblacional del estado. El candidato que obtenga la mayoría en ese estado obtiene todos los votos electorales y gana quien acumule 270 votos.
Si bien se podría predecir fácilmente quién ganará en California o Nebraska, estados como Florida o Wisconsin tienden a mostrar favoritismo por el candidato del momento más que por el partido, con lo cual sus votos electorales se ponen en juego con cada elección.
El gran problema que atraviesa la campaña Trump es que se esperaba revertir la tendencia hacia el candidato demócrata que están mostrando estados como Pensilvania, Wisconsin o demás estados bisagra, y los cuales podrían ser determinantes en las elecciones de noviembre.
La oportunidad del demócrata
Las encuestas y los modelos de predicción colocan a Biden como el tetragésimosexto presidente de los Estados Unidos. El ex senador de Delaware mantiene una ventaja estable de alrededor de 7 puntos porcentuales sobre Trump. Diversos comentaristas políticos aseguran que el candidato demócrata debe evitar caer en los ataques de provocación por parte de Trump, lo cual algunos aseguran logró hacer durante el primer debate presidencial, y golpear al republicano en aspectos claves como el manejo de la pandemia.
Biden está siendo cauteloso con las decisiones que toma. Luego que se anunció el diagnóstico del presidente, él y su esposa se sometieron a una prueba de Covid 19 que resultó negativa, fue sólo después de esto que se dirigió al estado de Michigan continuando con su itinerario de campaña. Los medios no tardaron en remarcar la comparación con la actitud del presidente Trump quien viajó a New Jersey, en donde sostuvo un rally de campaña a pesar de presentar ligeros síntomas por Covid19.
Asimismo, el demócrata publicó un tweet deseando la pronta recuperación del presidente y su familia. Asimismo, remarco que él y su esposa orarían por el republicano. Un gesto humano que corresponde a su historial como un político moderado de Washington.
No es el fin de la campaña
Si bien las encuestas juegan en su contra y las cancelaciones de viajes representan un importante obstáculo para que el presidente revierta la situación, aún hay esperanza para su reelección.
Se debe recordar que las situaciones que comprometen seriamente la vida de un mandatario han logrado aumentar su popularidad en las encuestas. Este fue el caso de Ronald Reagan, quien luego de un intento de asesinato vio un aumento de 11 puntos porcentuales en su popularidad. Más reciente es el caso del primer ministro inglés Boris Johnson cuya aprobación subió 17 puntos después de lograr superar serias complicaciones por Covid 19.
A pesar que algunos analistas políticos han asegurado que este no sería el caso para el presidente, pues sus complicaciones de salud están ligadas a su poco respeto por las normas de distanciamiento social, los votantes asocian su enfermedad con la crisis sanitaria que atraviesa el país bajo su mandato.
Sin embargo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien tiene un discurso similar al del presidente norteamericano y ha seguido una línea casi idéntica en cuanto al manejo de la pandemia en su país, tuvo una recuperación importante en su popularidad luego que contrajera el virus y adoptará un estilo de vida más reservado.
Algunos comentaristas políticos remarcan que la continuidad de Trump en la Casa Blanca dependerá de la actitud que adopte el presidente y de que logre aprovechar este importante obstáculo.
La reelección de Trump no es lo único que está en riesgo
El médico personal del presidente, Sean Colney, informó que Trump tenía ligeros síntomas pero que mantenía un buen ánimo y se esperaba que se mantenga en la Casa Blanca hasta su recuperación. Sin embargo, el viernes se anunció que el presidente sería hospitalizado como medida preventiva.
Se debe recordar que con 74 años y sobrepeso, aproximadamente 110 kg con 1.9 m de estatura, Donald Trump es considerado dentro del grupo de riesgo que presenta mayores complicaciones por Covid 19. Si bien aún no se ha anunciado nada grave, los medios estarán atentos a la evolución de su estado de salud.
Medidas contra posibles complicaciones
La información oficial indica que la hospitalización del presidente es una medida preventiva frente a posibles complicaciones, y se espera que se recupere pronto. Las características físicas de Trump hacen muy probable una serie de complicaciones que podrían obligarlo a apartarse de sus deberes presidenciales.
Sin embargo, gane o pierda las elecciones en noviembre, Donald Trump seguirá al frente de la Casa Blanca hasta entregar el poder en enero del próximo año, o juramentar de nuevo si eventualmente gana. Por lo cual, serias complicaciones de salud dejarían un vacío de poder en el país norteamericano.
Ante ello, la vigesimoquinta enmienda de la Constitución le permite, en estos casos, entregar el poder al vicepresidente, en este caso Mike Pence, quien se convertiría en presidente interino hasta que Trump se restablezca.