A partir de este domingo, no podrán descargarse las aplicaciones chinas TikTok y WeChat en los Estados Unidos. La orden fue anunciada por el Departamento de Comercio, y se da tras el ultimátum que dio la Casa Blanca, que otorgaba a TikTok un mes y medio para venderse a una empresa estadounidense.
Amenaza a la seguridad nacional
El gobierno de Donald Trump justifica esta decisión señalando que ambas aplicaciones chinas ponen en riesgo a la seguridad nacional, y que hay una gran probabilidad de que estas empresas entreguen los datos de sus usuarios al gobierno de China. Estas acusaciones fueron negadas por ambas compañías.
ByteDance, la propietaria de Tiktok, señaló que los datos están almacenados en Estados Unidos y no en China. Y Tencent, propietaria de WeChat, dijo que los mensajes de su aplicación son privados.
«Bajo la dirección del presidente, hemos tomado medidas significativas para combatir la recopilación maliciosa de datos personales de ciudadanos estadounidenses por parte de China», dijo en un comunicado, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.
La misma oficina reconoció que ambas redes sociales suponen diferentes tipos de amenazas, pero confirmó que cada una de ellas acumula una gran cantidad de datos de los usuarios. Tanto la actividad en la red, como los datos de ubicación y los historiales de búsqueda son almacenados por ambas aplicaciones. Asimismo, el departamento aseveró en un comunicado que el Gobierno chino “ha demostrado los medios y motivos para utilizar estas aplicaciones para amenazar la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos». Beijing ha sido criticada por Trump de asumir prácticas comerciales desleales y de robar propiedad intelectual.
La libertad de expresión
Hina Shamsi, directora del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, argumentó que esta orden va contra la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza los derechos conexos a la libertad de expresión. Señalando que las preocupaciones de privacidad deben ser planteadas en base a una “reforma integral de vigilancia y una sólida legislación de privacidad de datos del consumidor”.
La respuesta de China
Tras el veto de Estados Unidos a las aplicaciones chinas, el gobierno de Beijing ha decidido actuar contra las compañías e individuos extranjeros que “pongan en peligro” su soberanía y seguridad. Esto implicaría una serie de sanciones a empresas y personas estadounidenses. El Ministerio de Comercio chino anunció la emisión de nuevas normas en base a una lista de “entidades no fiables”, que tendrá en cuenta a las personas naturales y jurídicas que “violen las normas de mercado”, que “rompan acuerdos”, o que asuman “medidas discriminatorias”, con la finalidad de proteger “los intereses de la soberanía, la seguridad o el desarrollo de China”.