Las fuerzas armadas de Corea del Norte anunciaron este miércoles que tomarán un “paso militar significativo” para aislar completamente su territorio de Corea del Sur. Esto luego de meses de reforzar su ya fuertemente militarizada frontera. Este anuncio llega después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, abandonara este año una política de largo plazo orientada hacia la reunificación pacífica con Corea del Sur. Ahora se ha declarado que se cortarán por completo las carreteras y vías férreas que aún conectan con el sur, bloqueando el acceso a lo largo de la frontera.
Contexto histórico
Las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur han sido históricamente tensas, marcadas por conflictos armados, diferencias ideológicas y una serie de intentos fallidos de reconciliación. Desde la Guerra de Corea (1950-1953), que terminó en un armisticio pero no en un tratado de paz, ambas naciones han vivido en un estado de confrontación. A lo largo de los años, ha habido momentos de acercamiento, como las cumbres entre líderes y acuerdos de cooperación, pero estos han sido interrumpidos por episodios de agresión y desconfianza.
En los últimos años, las tensiones han aumentado debido a diversas razones, incluyendo pruebas nucleares por parte de Corea del Norte, ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, así como el envío de propaganda desde el sur hacia el norte. Estos eventos han contribuido a una atmósfera de desconfianza que ha culminado en la reciente decisión de Pyongyang de cortar las comunicaciones.
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Detalles del anuncio
Según una declaración del Estado Mayor del Ejército Popular de Corea (EPC), recogida por la agencia estatal de noticias KCNA, las fuerzas armadas de la RPDC (República Popular Democrática de Corea) adoptarán una medida más decidida para proteger de manera efectiva la seguridad nacional. Esto se debe a la tensa situación militar en la península coreana. Un desertor norcoreano, que luchaba en Corea del Sur, robó un autobús e intentó cruzar la frontera en un auto, informó la policía. Desde enero, Pyongyang ha fortalecido sus defensas fronterizas. Para ello, ha colocado minas terrestres, construyendo trampas antitanques y desmantelando infraestructuras ferroviarias, según fuentes del Ejército surcoreano.
Kim ha endurecido su discurso contra Corea del Sur, a la que describe como “enemigo principal e invariable” del Norte, lo que se refleja en el más reciente comunicado del EPC. El Estado Mayor del EPC dijo que estas acciones responden a los recientes “ejercicios de guerra” llevados a cabo en Corea del Sur y a la presencia de lo que afirman son activos nucleares estratégicos de Estados Unidos en la región. Durante el último año, un portaaviones, buques de asalto anfibio, bombarderos de largo alcance y submarinos estadounidenses han visitado Corea del Sur. En respuesta, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur calificó la medida de Corea del Norte como “un acto desesperado motivado por la inseguridad del régimen fallido de Kim Jong Un”.
Así, indicó que esto solo conducirá a un mayor aislamiento. Hong Min, investigador principal del Instituto Coreano para la Unificación Nacional en Seúl, mencionó que esta última acción formaliza el trabajo ya en marcha en la frontera militarizada. Asimismo, sugirió que Corea del Norte podría estar buscando convertirla en una disposición constitucional. “Si Corea del Norte enmendara su constitución para incluir una nueva cláusula territorial que corte los lazos con el Sur, las repercusiones internas y externas serían significativas”, dijo Hong a CNN, sugiriendo que Pyongyang podría estar avanzando lentamente en esa dirección.
Opiniones al respecto
Las tensiones entre las dos Coreas han aumentado este año mientras Corea del Norte parece haber intensificado sus esfuerzos nucleares y estrechado sus vínculos con Rusia. Esto ha generado preocupación en Occidente sobre el rumbo de la aislada nación. La semana pasada, Kim amenazó con usar armas nucleares para destruir Corea del Sur en caso de ser atacado, luego de que el presidente surcoreano advirtiera que si el Norte recurría a armas nucleares, enfrentaría el fin de su régimen. Las declaraciones de Kim parecen haber sido una respuesta directa al presidente surcoreano Yoon Suk Yeol. Este personaje mostró el misil balístico más poderoso de Seúl y otras armas diseñadas para disuadir las amenazas norcoreanas durante el desfile del Día de las Fuerzas Armadas el 1 de octubre.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha Womans en Seúl, sugirió que el anuncio del Ejército norcoreano podría ser un intento de desviar la atención de sus fracasos económicos y justificar su costosa acumulación de misiles y armas nucleares al exagerar las amenazas externas. “Kim Jong Un quiere proyectar la imagen de que actúa desde una posición de fortaleza militar, aunque en realidad podría estar motivado por su debilidad política”, comentó Easley. Además agregó que las amenazas de Corea del Norte, tanto reales como retóricas, forman parte de la estrategia de supervivencia de la dictadura hereditaria. Desde el final de la Guerra de Corea en 1953 con un acuerdo de armisticio, las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra.
Aunque ambos gobiernos han perseguido históricamente la reunificación, en enero Kim declaró que Corea del Norte ya no buscaría la reconciliación ni la reunificación con el Sur. Paralelo a ello, calificó las relaciones intercoreanas como una “relación entre dos países hostiles en guerra”, según KCNA. En su comunicado más reciente, el Ejército norcoreano informó que este miércoles por la mañana notificó a las fuerzas estadounidenses para evitar “malos entendidos o conflictos accidentales” relacionados con su “proyecto de fortificación”.
De esta manera, el corte de comunicaciones por carretera y ferrocarril entre Corea del Norte y Corea del Sur representa un desarrollo alarmante en una relación ya tensa. Las implicaciones políticas, económicas y sociales son significativas y podrían tener repercusiones duraderas para la península coreana y más allá. La comunidad internacional debe estar alerta ante este cambio y trabajar hacia soluciones pacíficas que eviten una escalada militar innecesaria.