Estados Unidos ha decidido no limitar la asistencia militar a una unidad de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Esta fue señalada por violaciones de derechos humanos contra palestinos en la Ribera Occidental. La situación se debe a que, según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dichas violaciones se consideraron «remediadas efectivamente».
La determinación de no imponer restricciones al batallón Netzah Yehuda llega meses después de que Estados Unidos acusara a dicha unidad y a otras cuatro entidades de seguridad israelíes de haber cometido violaciones graves a los derechos humanos. Estas fueron cometidas antes del conflicto entre Israel y Hamas en Gaza. Así, en abril, el Departamento de Estado había indicado que las otras cuatro unidades ya habían corregido adecuadamente las infracciones.
Netzah Yehuda, una unidad ultraortodoxa de las FDI, fue trasladada en 2022 de la Ribera Occidental a los Altos del Golán. En enero de ese mismo año, el comandante de la unidad fue reprendido por la muerte de Omar Assad, un palestino-estadounidense de 78 años, que falleció tras ser detenido, atado y amordazado. Aunque el incidente provocó la reprimenda, ningún soldado fue acusado penalmente. El mes pasado, se informó que exlíderes de esa unidad habían sido promovidos a posiciones de alto rango dentro de las FDI.
La relación entre Israel y Estados Unidos
Matthew Miller explicó que el Departamento de Estado continuó evaluando nueva información proporcionada por el gobierno israelí durante los últimos meses. Tras una revisión exhaustiva, concluyeron que las infracciones cometidas por Netzah Yehuda también fueron abordadas satisfactoriamente, lo que permitió que la unidad continúe recibiendo asistencia de seguridad de Estados Unidos bajo la Ley Leahy. Dicha ley prohíbe que EE.UU. apoye a unidades de seguridad extranjeras implicadas en abusos a los derechos humanos. Sin embargo, establece una excepción si el Secretario de Estado confirma al Congreso que el país implicado está tomando medidas efectivas para responsabilizar a los autores de dichas violaciones.
La administración de Biden ha sido criticada por lo que algunos consideran un fracaso en la presión hacia Israel en su conflicto en Gaza. A pesar de los llamados retóricos de EE.UU. a Israel para reducir el impacto en civiles, no ha habido cambios significativos en las acciones israelíes. El fin de semana pasado, al menos 93 palestinos murieron en un ataque israelí a una escuela y una mezquita en Gaza que alojaban a personas desplazadas.
La decisión sobre Netzah Yehuda también ha generado críticas hacia la administración Biden por ceder, presuntamente, a la presión del gobierno israelí, que se oponía a cualquier tipo de sanción contra la unidad. En abril, Netanyahu calificó la intención de sancionar a la unidad como un «absurdo». Además, aseguró que su gobierno tomaría todas las medidas necesarias para evitar tales acciones. En ese momento, el Departamento de Estado negó que Israel estuviera recibiendo un trato preferencial al tener más tiempo para proporcionar información y evitar posibles sanciones.
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Implicaciones internacionales
La decisión de Estados Unidos de no sancionar a la unidad de las FDI acusada de violaciones a los derechos humanos tiene varias implicaciones. Por un lado, la medida evita una nueva discrepancia en la compleja relación entre el gobierno de Israel y la administración de Biden. Sin embargo, también puede ser vista como una señal de que Estados Unidos no está dispuesto a tomar medidas contundentes contra las violaciones de Israel.
Por otro, al no imponer sanciones, se envía un mensaje de que no habrá consecuencias significativas para las unidades de las FDI involucradas en violaciones. Esto puede fomentar la impunidad y la repetición de estos actos en el futuro. Asimismo, la decisión es un revés para los esfuerzos por proteger los derechos humanos de los palestinos en los territorios ocupados. Organizaciones como Amnistía Internacional consideran que se necesitan medidas más contundentes para abordar las violaciones sistemáticas.