El martes 6 de agosto de 2024, María Oropeza, coordinadora del Comando Con Venezuela en el estado Portuguesa, fue secuestrada por funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en un allanamiento sin orden judicial a su vivienda en Guanare. La propia Oropeza logró transmitir en vivo por Instagram el momento de su detención, donde se observa cómo los agentes rompen la cerradura e ingresan a la fuerza.
Detención arbitraria transmitida en vivo
En el video, que fue presenciado por cerca de 5,000 espectadores, se escucha a Oropeza decir: «Están ingresando a mi hogar de manera arbitraria, no hay ninguna orden de allanamiento, están destruyendo la puerta. Yo no soy una delincuente, solo soy una ciudadana más que quiere un país distinto, y a mí siempre me acompaña Dios y la Virgen».
Los funcionarios, identificados por el partido Vente Venezuela como miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), ignoraron los reclamos de Oropeza y procedieron a llevársela, exigiéndole que caminara «rapidito» y «colaborara». La transmisión se cortó cuando uno de los agentes la obligó a entregar su teléfono.
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Antecedentes de la detención
Horas antes de su secuestro, Oropeza había denunciado públicamente la llamada «Operación Tun Tun», un operativo del régimen destinado a perseguir a opositores que cuestionan los resultados electorales del 28 de julio. En sus redes sociales, Oropeza calificó esta operación como una «cacería de brujas» contra quienes defienden que Edmundo González Urrutia es el verdadero ganador de las elecciones.
Perfil de María Oropeza
María Oropeza es una destacada activista afiliada al partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado. Como coordinadora del Comando Con Venezuela en Portuguesa, ha sido una figura clave en la organización y movilización de opositores en ese estado. Machado la ha descrito como una joven «valiente, inteligente y generosa», reconociendo su dedicación a la causa opositora.
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Reacciones y denuncias
María Corina Machado denunció el secuestro de Oropeza a través de su cuenta de X (antes Twitter), destacando su papel fundamental en la organización ciudadana en Portuguesa y exigiendo su inmediata liberación.
Partidos de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), como Primero Justicia, Voluntad Popular y Vente Venezuela, calificaron la detención de «arbitraria».
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, también comentó sobre el secuestro, aunque lo denominó como una detención producto de la persecución política y un crimen más de lesa humanidad del régimen de Maduro. Concluyó que se debe detener la represión.
Contexto de represión post-electoral
El secuestro de Oropeza se enmarca en un contexto de creciente represión tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. Según la ONG Provea, al menos 24 civiles han muerto en eventos relacionados con las protestas entre el 28 de julio y el 5 de agosto, muchos de ellos presuntamente por acciones de fuerzas públicas o grupos armados irregulares.
El régimen de Maduro, por su parte, ha reportado 2,229 personas detenidas en el contexto de las protestas. A estas se les acusa de diversos delitos y califica de «terroristas». Además, afirma que 59 funcionarios policiales y 47 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) resultaron heridos, mientras que dos militares fallecieron.
La directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juanita Goebertus, ha corroborado reportes de 24 muertes en el contexto de las protestas post-electorales. Estas incluya a 23 manifestantes y un militar.
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Traslado de detenidos a cárceles especiales
El gobierno de Maduro ha anunciado que trasladarán a los detenidos a las cárceles de Tocorón y Tocuyito. Estas fueron previamente vaciadas y acondicionadas para recluir a lo que denominan «bandas de nueva generación» involucradas en las protestas violentas.
Acusaciones del régimen
Nicolás Maduro ha denunciado un supuesto nuevo intento de golpe de Estado en su contra, acusando a líderes opositores como Edmundo González Urrutia y María Corina Machado de ser responsables de los disturbios y protestas que se han desatado tras los cuestionados resultados electorales.
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Escalada de la represión
El secuestro de María Oropeza se enmarca en la escalada represiva del régimen de Maduro contra la oposición. Todo ello tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio. Las cifras de muertos y detenidos en las protestas post-electorales evidencian la gravedad de la situación.
Ante estas violaciones a los derechos humanos, los líderes opositores siguen exigiendo el respeto a la voluntad popular que, según ellos, otorgó la victoria a Edmundo González. Mientras tanto, la comunidad internacional presiona por una solución democrática a la crisis política en Venezuela.
