En las últimas semanas, Bielorrusia ha tenido múltiples manifestaciones. El último domingo, en la capital Minsk, más de 100 mil manifestantes salieron a las calles para demandar la salida del presidente Alexander Lukashenko. Tras más de 25 años en el poder, el fraude en las últimas elecciones se hace más evidente para la población. Hace unos días, la Unión Europea ha dado su respaldo a las protestas, y defenderá la autodeterminación del país.
¿Por qué protestan en Bielorrusia?
Para entender el auge de las nuevas protestas, es necesario comprender que el país es una exrepública soviética, que adquirió su independencia de la URSS a inicios de los años noventa. En el año 1994, Alexander Lukashenko ganó las elecciones presidenciales, quien a través de un referéndum disolvió el Parlamento y el Tribunal Constitucional para aumentar la integración económica con Rusia, y para redactar una nueva constitución. Así, el presidente adquirió una gran fuerza legislativa, permitiéndose reprimir toda clase de oposición.
Las manifestaciones empezaron como forma de oposición previa a los resultados electorales de este año. El Gobierno respondió de forma violenta con tanques de agua y gases lacrimógenos, miles de manifestantes fueron arrestados, y en la confrontación murieron varias personas. Ahora la protesta se ha extendido después de los “resultados electorales”. El politólogo Felix Krawatzek le dijo a DW, que las protestas son producto de un “fraude electoral masivo”. A pesar de la represión estatal, la fuerza de oposición se aceleró a grandes saltos, incluso en las ciudades más pequeñas.
El papel de la pandemia
La crisis sanitaria del coronavirus fue desestimada en Bielorrusia, no se introdujo ninguna restricción. Sin embargo, la problemática internacional tuvo consecuencias económicas dentro del país, provocando que muchos jóvenes perdieran sus trabajos. Esto sirvió de impulso para que más personas se unieran a la oposición.
La mujer toma la vanguardia
Numerosas imágenes inundaron las redes, de mujeres bielorrusas que salieron a las calles con ropajes y vestidos blancos, algunas descalzas, con flores o carteles en la mano. Muchas de ellas, salieron en la primera línea de las manifestaciones, al frente de los uniformados, a quienes abrazaron y dejaron flores. Para Krawatzek, esto implica un cambio de tuerca, donde “la violencia del Estado es contrarrestada con un contrapeso pacífico”.
La Unión Europea da su respaldo
En consenso, la UE acaba de no reconocer el resultado de las elecciones en Bielorrusia. En cohesión, demanda que la no intervención extranjera para la autodeterminación nacional. “Condenamos la brutal violencia contra las personas”, afirmo la canciller alemana, Angela Merkel. Quien señaló la importancia de que los ciudadanos bielorrusos afirmaran su futuro, sin que haya ninguna intervención de intereses extranacionales.
Con ello, la UE dejó constancia que su labor será defender la autodeterminación del país sin intervenir directamente. Charles Michel, presidente del Consejo de la UE, señaló que la cuestión tiene que precisarse como la defensa al “derecho de la gente a elegir libremente a sus gobernantes”, dejando a un lado la geopolítica. Sin embargo, la influencia del Kremlin no ha sido ignorada, y la posición europea fue explicada por la canciller al presidente ruso, Vladimir Putin. Además, la gobernante alemana dio a conocer a los medios, que llamó a Lukashenko, pero este no respondió.