Monopoly es un clásico juego de mesa que, desde su nombre, da una idea del concepto que persigue: formar el más grande monopolio capitalista en el mundo y vencer a tus amigos a billetazos. El juego está diversificado a muchas versiones especiales tales como Los Simpson, Pac-Man, Star Wars o Super Mario Bros. Sin embargo, hay una polémica versión que parece ir en contra de la esencia del juego: una socialista.
Monopoly Socialism: Winning is for Capitalists se promociona como «una parodia del clásico», y es un juego de mesa con el habitual y gustado formato de siempre, pero con pretensiones totalmente diferentes: buscar el bien común en vez de obtenerlo todo.
¿De qué trata el Monopoly Socialista?
Los jugadores tienen que contribuir en proyectos comunitarios, a menos que alguien se apropie de ellos. Para ello, habrá un Fondo Comunitario, que servirá para hacer las obras que sean necesarias.
Podrá haber cierta armonía dentro de los proyectos; sin embargo, las casillas de cartas cambiarán el rumbo de la partida y llevarán a los jugadores a situaciones como enfrentamientos con malos vecinos u objetos como pan de carne vegana, cosas que pondrán trabas en la sociedad utópica.
Un restaurante vegano que no recibe propinas, una escuela para todos los ganadores o un museo de cocreación son algunas de las obras para la comunidad que deberás realizar para proclamarte como ganador del juego, si es que hay uno.
¿Cómo puedes acabar el juego? Puedes ganar al entregar las 10 fichas de proyectos comunitarios o sino, si el Fondo Comunitario se queda sin dinero, lo que significa que todos los jugadores habrán perdido.
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Distinto formato al tradicional
En efecto, en el tablero ya no se despliegan propiedades para comprar sino ‘proyectos’ que cada jugador puede ‘administrar’ luego de pagarle al banco por ello. Cuando un jugador cae en la casilla de un proyecto administrado por otro, debe hacer una contribución. Si es su propio proyecto, puede continuar desarrollando su propio proyecto.
Otra diferencia sustancial, como ya se ha mencionado, es que los jugadores no tienen dinero, sino que existe un ‘Fondo Comunitario’ que les provee de billetes cuando lo necesitan. No obstante, el mismo juego plantea que los jugadores deban reponer «voluntariamente» el dinero que toman para no dejar al fondo en bancarrota.
Al igual que la versión original, el juego se complementa con varias cartas que plantean situaciones beneficiosas o adversas para los participantes. Lo curioso es que las situaciones planteadas parecen bastante absurdas. Por ejemplo: «Parece que lo estás haciendo demasiado bien y así no es como el socialismo funciona. Como una comunidad, elige un jugador para recuperar cinco de sus fichas».
«Olvidémonos de la competición y la gloria individual persiguiendo una utopía socialista… a menos que seas el primer jugador en contribuir con tus diez fichas a los proyectos. ¡Entonces tú ganas!», añade.
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¿Cómo comprar el Monopoly Socialista?
Actualmente, el Monopoly Socialista sólo está disponible en inglés, y lo puedes comprar en línea por medio de tiendas en línea como Amazon, donde tiene un precio actualmente de US$ 55.27 dólares americanos.
El juego no se recomienda para menores de 8 años, no necesita baterías ni ser ensamblado para jugar, simplemente tener toda la disposición de sumergirse en una nueva sociedad socialista y contemporánea.
El tono burlón del juego hacia lo que se presentan como las características ‘típicas’ del socialismo es lo que le valió al juego las mayores críticas en los últimos días. El hilo publicado en Twitter por el profesor Kapur va en ese sentido.
»Compré una copia del malhumorado y lamentablemente malinformado ‘Monopoly socialista’ de Hasbro para que no tengan que hacerlo ustedes», lanzó el profesor, para luego detallar varios de los prejuicios en los que incurre el juego.