La película peruana “El corazón de la Luna”, protagonizada por Haydeé Cáceres y dirigida por el reconocido director Aldo Salvini, logró el éxito de público y crítica.
Nuevos públicos
En el último semestre del año, la cartelera de cine nacional se vio sorprendida con la última distribución de Tondero, que cierra el año con una película que apoya la rotación de largometrajes de diferentes géneros.
Queda demostrado con el éxito de taquilla, con mas de 15.000 espectadores que asistieron al cine, que existe un interés del público de reconocer historias de identidad más allá de la ficción, y en la critica de valorar excelentes guiones.
La historia nos cuenta la vida de “M”, interpretada por Haydeé Cáceres, una mujer marginal que es una invisible social, víctima de la individualidad del sistema, que convive en una ciudad de Lima donde los individuos suponen una idea de lo que su vida fue y que nadie siente que pueda reinsertarla nuevamente.
Una historia fantástica
La historia nos cuenta la vida de “M” interpretada por Haydeé Cáceres, una mujer marginal que es una invisible social, victima de la individualidad del sistema, que convive en una ciudad de Lima donde los individuos suponen una idea de lo que su vida fue y que nadie siente que pueda reinsertarla nuevamente.
Un largometraje sin diálogos, en el que su director, Aldo Salvini, apuesta por un mundo de fantasía y ficción para conectar con las emociones del pasado de su protagonista, sus traumas que la dejaron a un lado social, donde su amigo imaginario, un robot, será su ángel cuidador.
Entre silencios, observamos el día a día de la señora “M”, quien convive entre mercados y puentes, comiendo una sola vez al día y cargando con su mascota, una hormiga que representa su pequeño mundo, frágil y desechable.
Una excelente propuesta de fotografía, al estilo estético del cineasta Wong Kar-wai, y una fantasía como el director Guillermo del Toro, Aldo Salvini recrea una visión de la capital, se aleja del color y el chicha popular, y sorprende con tremendas tomas de una Lima de cemento, oscura y apocalíptica.
Desde la dirección se desarrolla una estética que transfiere un costumbrismo fantástico, que se aleja del cine peruano convencional y emociona a un público que reconoce estos personajes de la urbe.
Notable verdad
Un paralelismo entre la vida de la hormiga, que vive de instantes, que respira la vida de suerte, frente a su dueña, una anciana marginada por la sociedad, que valora el suspiro de la vida, ante tanta invisibilidad social. Visualmente, la narrativa de “El corazón de la luna” mantiene silencios exactos que su protagonista, Cáceres, interpreta con éxito, acompañando con acciones y movimientos que destacan su excelente caracterización. A través del método, la actriz logra una verdad con su personaje, que logra el éxito de la película.