Una de las tradiciones mexicanas más importantes y conocidas por el mundo es el Día de los Muertos, que se conmemora el 2 de noviembre. Esta es una fecha muy importante y especial para los mexicanos, ya que celebran la vida y el reencuentro con los difuntos.
Algo común de la época prehispánica era el culto a la muerte. Para la cultura azteca, la muerte no era el final, pues las almas podían visitar a sus seres queridos.
Durante estos días, México se llena de mucho color, ya que muchas familias adornan las tumbas de sus seres queridos con flores y colocan altares con ofrendas, alguna de ellas son el pan de muerto o el plato preferido del familiar.
¿Cómo regresan las almas a su hogar?
Esa es una pregunta que todos se hacen, para ello los familiares esparcen pétalos de flores de cempasúchil con velas que guiarán el camino de los difuntos para que lleguen a su destino sin perderse.
¿Se relaciona con el día de Todos los Santos?
En el siglo XVI, cuando los españoles llegaron se hizo una mezcla entre las tradiciones y las conmemoraciones del calendario católico, por lo que ahora ambas fechas coinciden. Inclusive existe una diferencia, el 1 de noviembre se dedica a los niños fallecidos y el 2 de ese mes es para los adultos fallecidos.
¿Y para las mascotas?
La celebración del Día de los Muertos comienza a finales de octubre, en el cual el 27 es un día especial, ya que las mascotas regresan del más allá. Las ofrendas que comúnmente se colocan son agua y alimento en cualquier lugar de la casa, donde a ellos también se les hace un altar para recordarlos y llevarlos siempre en el corazón.
Algunos de los detalles de esta celebración los hemos visto en películas animadas, como “Coco” y “El libro de la vida”.
Esta tradición mexicana es un día de celebración, no de tristeza, un momento en familia donde recordamos a quienes nos dejaron. Y un dato curioso es que en el año 2008 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).