La pandemia del COVID-19 ha afectado en gran medida la educación, tanto pública como privada. Esta afección ha sacado lo mejor de los centros educativos, los cuales, sintonizando con la modernidad, han transformado salas, cuartos y estudios en aulas de aprendizaje a distancia.
Desde el inicio del confinamiento, hubo incertidumbre respecto a cómo sería la educación. Al principio, parecía que la virtualidad sería extraordinaria; sin embargo, esta se volvió la regla durante el 2020 y probablemente se extienda del mismo modo el presente año.
Un caso particular es el del Colegio María Nicole, centro educativo personalizado dirigido a niños con problemas en el aprendizaje. El último año innovó y adaptó su metodología de enseñanza para que sus alumnos pudiesen continuar aprendiendo a pesar de la distancia.
Para conocer a fondo cómo afrontó la pandemia esta escuela, conversamos con la directora Ana María Adriazola, quien explicó por qué es crucial la formación que siguen sus estudiantes: «La educación personalizada, no solo en tiempos de pandemia, es indispensable en la atención de niños con problemas de lenguaje y aprendizaje. La personalización del aprendizaje en nuestro colegio es la herramienta pedagógica, por excelencia, que acompaña el trabajo docente diario».
Retos
Tras la puesta en marcha de la cuarentena, el Colegio María Nicole tuvo que hacer frente al hecho de que alumnos con dificultades de aprendizaje, quienes necesitan una atención vivencial y todo un equipo de profesionales a su cargo, tenían que aprender a través de una pantalla. Esto, sin dejar la atención personalizada que lo caracteriza.
«A los más pequeños, alumnos de inicial y primer grado, les venimos dando educación individual y en parejas. De este modo, el profesorado mantiene la dedicación, el entusiasmo y la cercanía de siempre con los estudiantes. Al resto de grados, se les dividió en equipos de 5 y 6 alumnos», explicó.
«También, hemos mantenido las terapias individuales, tanto las de aprendizaje y lenguaje como la psicológica. Asimismo, continúan los talleres de habilidades sociales, los cuales han sido decisivos para el entrenamiento de las destrezas a pesar de la situación que enfrentamos. El apoyo emocional continuará permanente y constante, no solo por parte del equipo de psicólogos, sino también gracias a las asesorías individuales que brindan los profesores», añadió.
Una metodología «única y especial»
El Colegio María Nicole trabaja con niños que tienen problemas de atención, concentración, memoria, coordinación motora y audio, así como diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Trastorno Especto Autista (TEA). Para ello, el íntegro del equipo lleva jornadas de capacitación en las diferentes dificultades mencionadas, ofreciendo así una educación de alta calidad.
«Es para nosotros un sello que la capacitación de nuestro personal sea permanente», expresó.
La metodología de enseñanza del centro educativo que dirige Ana María Adriazola es «única y especial». Aulas con menos estudiantes, educación regular personalizada y métodos adaptados son algunas de las características principales del Colegio María Nicole.
«Somos un centro de educación regular dirigido exclusivamente al trabajo con niños con dificultades en el aprendizaje. Trabajamos con 13 niños por aula, con profesoras especialistas en problemas en el aprendizaje y aplicamos una combinación de métodos adaptados a las necesidades particulares de cada niño. Además, nos ajustamos tanto a las fortalezas como a los retos e intereses de cada uno. Nuestro lema es ‘Porque cada niño es único y especial, le damos la educación que cada uno necesita’ y lo aplicamos en todo momento», dijo.
Familia María Nicole
Ana María Adriazola considera el colegio una gran familia. Esto, manifiesta, es necesario para la motivación de los alumnos, quienes encuentran en la escuela un segundo hogar.
«Somos una familia en la que cada niño se siente cómodo, único y especial. Conocemos a todos, los llamamos por su nombre, conocemos las razones por las cuales nos eligieron, sabemos de sus fortalezas y mayores necesidades. Estos detalles son primordiales para empezar a trabajar en la autoestima y seguridad de cada uno», señaló.
«Nuestros alumnos se sienten motivados para aprender. La forma, el compromiso, la voluntad, el cariño, la entrega y la calidez que encuentran en el trato de sus maestros, psicólogos y terapistas les permiten querer seguir aprendiendo. El trabajo en equipo de docentes y todo el equipo psicopedagógico, poco a poco, va ayudando a que el alumno vaya superando sus dificultades», agregó.
Plan de trabajo para el 2021
En otro momento, la directora del Colegio María Nicole detalló cómo enfrentará su equipo este 2021.
«Estamos listos para iniciar el año en forma virtual tal como lo indican los lineamientos del Minedu, seguiremos trabajando bajo el mismo formato utilizado en el 2020 para el trabajo desde la casa y también estamos preparándonos para lo que sería una educación semipresencial y/o presencial. Estamos muy entusiasmados ya que hemos comprobado que no hay obstáculos para poder seguir educando, estimulando, trabajando, acompañando y sacando adelante a cada niño que llegue a nosotros», puntualizó.
Admisión
Este año, se encuentra habilitada la admisión a nuevos alumnos que busquen una educación a su medida. Asimismo, se pueden solicitar traslados para aquellos que opten por un rumbo personalizado.
Para mayor información, pueden visitar la página web del Colegio María Nicole, comunicarse al teléfono +51 449-1036, al WhatsApp +51 924-486-157 o enviar un correo electrónico a [email protected].