Maúrtua de Romaña retoma el puesto de canciller tras 15 años desde su primera gestión.
Óscar Maúrtua asumió el liderazgo de la cancillería tras la renuncia del cuestionado ex ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Béjar. El sociólogo y ex guerrillero generó amplia controversia tras declarar que la Marina del Perú y la CIA tuvieron participación en actos terroristas. Frente a esta figura radical, Maúrtua representa una repentina moderación en el gabinete castillista.
Destacada trayectoria política
El abogado, diplomático y actual ministro cuenta con una amplia trayectoria en gestión pública. Maúrtua fue secretario en la Embajada de los Estados Unidos en 1970. Seis años después, asumió la presidencia de la Asociación de Consejeros Comerciales en Washington.
Se desempeñó como embajador del Perú en Canadá , Bélgica y Bolivia durante el gobierno de Alan García Pérez, y en Ecuador, Tailandia, Vietnam y Laos dentro del mandato de Alberto Fujimori. Hacia el 2002, fue nombrado director de la Academia Diplomática del Perú.
En la actualidad, es presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional (SPDI) y miembro del Consejo Consultivo Empresarial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Sobre su paso por la cancillería (2005-2006)
Maúrtua ocupó su actual puesto con el expresidente Alejandro Toledo. Dentro de su paso por la cancillería, es recordado por determinadas controversias y su postura firme contra el caso Fujimori.
En el 2015, el excongresista Álvaro Gutiérrez, de la bancada de Unión por el Perú, interpuso una fuerte denuncia contra el excanciller. Maúrtua impidió que se derogue una resolución ministerial que permitía a la aerolínea LAN obtener beneficios estatales.
La acusación se sustentó en el registro de una llamada de Maúrtua De Romaña al entonces Ministro de Transportes y Comunicaciones, José Ortiz, para lograr retirar la resolución próxima a ser publicada. Alegadamente, el ex ministro percibía la publicación como un potencial “desaire”. Según Maúrtua, el gobierno chileno pedía encarecidamente establecer nuevos términos frente al tránsito aéreo.
Gutiérrez señaló que se trató de una intervención con fuertes indicios de intereses personalistas. En ese entonces, la empresa LAN no cumplió con el pago de derechos por el uso del espacio del Perú.
En el 2006, fue denunciado públicamente por apropiarse de 10.000 dólares, destinados para ayuda hacia los damnificados por el terremoto ocurrido en 2001. Este mismo año, protagonizó un escándalo por haber organizado una fiesta en el avión presidencial con otras personalidades del oficialismo.
Como canciller, retiró al embajador peruano en Japón. Este fue un tajante acto de rechazo frente a la injerencia japonesa en el proceso de extradición de Alberto Fujimori. La determinación se sustentó en la lentitud de Japón para responder a los pedidos de extradición del expresidente. El jefe de la diplomacia sostuvo que en su mandato emprendería una total lucha contra la impunidad y evasión de la justicia, refiriéndose al caso Fujimori.
Expectativas frente a su nombramiento
Pedro Castillo parece haber optado por una opción sorpresivamente contrastante con el resto de figuras de su gabinete. El gobierno izquierdista le entrega la cartera de Relaciones Exteriores a Maúrtua, quién tuvo cercanía al gobierno de los Estados Unidos.
Tras su juramentación el pasado viernes, Óscar Maúrtua señaló que es un demócrata y le servirá a un <<gobierno democrático>>, según su trayectoria democrática. En contraste con el propio Jefe de Estado, mostró una apertura total ante los medios de comunicación.
Maúrtua garantizó que su trabajo le dará prioridad a los temas de urgencia. A diferencia de Béjar, el ahora Canciller estableció que el tema de las vacunas y la dinamización de las inoculaciones encabezan la agenda. Sin embargo, evitó dar mayores detalles respecto a sus primeras decisiones como parte del equipo ministerial.
La reacción de Perú Libre
La designación del nuevo Ministro generó reacciones diversas en el ala oficialista, según la división que parece surgir entre sus miembros. Cierta incertidumbre permanece vigente.
De acuerdo al Presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, el canciller <<tiene que estar en sincronía con el programa del Gobierno>>, refiriéndose al proyecto de izquierda. Bellido aseguró que debe estar claro que las promesas de campaña trazan la <<línea a la que tiene que ponerse uno a derecho>>.
Por su parte, el secretario general de Perú Libre y fundador partidario, Vladimir Cerrón, manifestó abiertamente su rechazo. Cerrón estableció que la cercanía <<servil>> de Maúrtua a los Estados Unidos no correspondía al <<sentir de Perú Libre>>. En esa misma línea se encuentran las declaraciones del controvertido congresista e investigado por terrorismo, Guillermo Bermejo. El legislador habló del nombramiento del canciller como <<una broma de mal gusto>>.
Por su parte, el Ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francine, saludó la decisión de Pedro Castillo. Francke adoptó un discurso disidente. El titular de economía argumentó que el nuevo funcionario aportará mucho al país, según su experiencia en diplomacia.