El cuerpo sin vida del cabecilla terrorista Abimael Guzmán Reinoso fue hallado en el tópico de la Base Naval. La muerte de Guzmán llegó, paradójicamente, un día antes de la conmemoración de los 29 años de la llamada Captura del Siglo. Si bien el corazón del mayor terrorista ya se detuvo; sus ideas, lamentablemente, continúan latentes en la sociedad.
La otra cara de Guzmán
El mundo se sorprendió con la sorpresiva captura de Guzmán el 12 de septiembre de 1992 en una casa de un barrio de clase media de Lima junto con su compañera sentimental Elena Iparraguirre, o «Camarada Miriam».
Esta última también se encuentra tras las rejas y, al enterarse de la muerte de su esposo, según confirma la jefa de la INPE, respondió airadamente y exigió que se le permita ver el cadáver. Pese a ello, y según lo indicado por la ley, los terroristas no tienen esa facultad.
Por esa razón, Elena Iparraguirre interpuso una demanda de habeas corpus. Sin embargo, el día de hoy el Poder Judicial del Callao la declaró inadmisible pues el fuero judicial «no consideró argumentos suficientes que evidencien una vulneración a la integridad personal ni a la libertad religiosa de Iparraguirre Reinoso».
Llamadas vinculadas al terrorismo
El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) impuso el traslado de la terrorista Elena Iparraguirre a un penal de máxima seguridad, luego que se descubriera que el día de la muerte de Guzmán Reinoso realizó llamadas con «hechos ilegales vinculados al terrorismo».
Es por esa razón que el día sábado dispusieron la incomunicación de la terrorista y, el domingo decidieron su traslado a un penal de máxima seguridad.
«El Instituto Nacional Penitenciario dispuso el día de ayer la inmediata incomunicación de la interna, así como el inicio de un proceso disciplinario en razón de la vulneración de las normas penitenciarias. Asimismo, el día de hoy, se dispuso el traslado de la interna a un penal de Máxima Seguridad», señalaron el día de ayer a través de un comunicado.