El congresista de Renovación Popular, Jorge Montoya, ha presentado una moción solicitando la formación de una comisión investigadora sobre la muerte del expresidente Alan García. Montoya argumentó que esta iniciativa surge ante la falta de una investigación por parte del Ministerio Público.
Según Montoya, la Fiscalía de la Nación debió iniciar una investigación de oficio para esclarecer los aspectos pendientes y hacerlos públicos, pero lamentablemente no lo ha hecho. «Desde el Congreso, tomaremos la iniciativa para determinar las responsabilidades políticas que, en última instancia, podrían derivar en responsabilidades penales. La reputación de un expresidente no puede quedar en entredicho», señaló en una entrevista con EXPRESO.
Objetivo de la investigación
El legislador Montoya mencionó que la investigación propuesta busca examinar la posibilidad de un complot contra Alan García. «Esta investigación tiene como objetivo esclarecer la situación en torno a un expresidente después de su fallecimiento. (…) Las circunstancias que rodearon su muerte podrían haber sido la causa o también podrían haber sido parte de un complot previo», declaró.
Por otro lado, la congresista de Avanza País, Norma Yarrow, expresó su oposición a la propuesta de su colega Jorge Montoya. Sin embargo, Montoya insiste en que la actuación de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) en la investigación contra el exmandatario aprista ha tenido tintes políticos.
Por su parte, el congresista Carlos Anderson, quien no tiene afiliación a ningún grupo parlamentario, rechazó la sugerencia del legislador de Renovación Popular, Jorge Montoya, para establecer una comisión investigadora que aborde las presuntas responsabilidades penales y políticas relacionadas con la muerte del expresidente Alan García en abril de 2019.
En sus declaraciones, Anderson sostuvo que no es competencia del Congreso llevar a cabo dicha investigación, argumentando que esta propuesta representa una falta de conexión con los temas prioritarios a nivel nacional. Además, manifestó su desacuerdo con la idea de dedicar tiempo a una comisión de este tipo y anunció su oposición a la misma.
Finalmente, Montoya afirmó que la propuesta de la comisión investigadora se fundamenta en las declaraciones realizadas por el exasesor de Patricia Benavides, Jaime Villanueva, ante el Ministerio Público. En su testimonio, Villanueva implicó a los fiscales Rafael Vela Barba, José Domingo Pérez y al periodista Gustavo Gorriti.
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Una mirada objetiva
La propuesta de Montoya ha generado un amplio debate tanto en el Congreso como en la sociedad peruana. Ante esto, es positivo examinar los argumentos que aportan las diversas posiciones.
Argumentos a favor:
- Las dudas persisten: ¿Cuáles fueron las razones que lo llevaron a tomar tan drástica decisión? ¿Hubo presiones externas que lo indujeron a ello? ¿Se siguieron los protocolos adecuados durante la investigación inicial? Estas son solo algunas de las preguntas que aún no tienen respuesta clara, alimentando las sospechas de irregularidades y la desconfianza en las instituciones.
- La búsqueda de la verdad y la justicia: En este contexto, tal instancia, conformada por expertos imparciales, tendría la misión de esclarecer los hechos que rodearon la muerte de Alan García, realizando un análisis exhaustivo de las pruebas, entrevistando a los testigos y actores involucrados, y determinando si hubo o no irregularidades en el proceso.
- Honrar la memoria de un líder político: Más allá de arrojar luz sobre las circunstancias de su muerte, una comisión investigadora también contribuiría a honrar la memoria de Alan García, figura clave en la historia política del Perú. Su legado, marcado por luces y sombras, merece ser analizado con objetividad y sin sesgos, para que las futuras generaciones puedan comprender su papel en el desarrollo del país.
- Un paso hacia la reconciliación: La investigación profunda y transparente de la muerte de Alan García no solo permitiría garantizar el acceso a la justicia, sino que también podría abrir un camino hacia la reconciliación nacional. El Perú necesita cerrar este capítulo doloroso de su historia para avanzar en unidad y fortalecer sus instituciones democráticas.
Argumentos en contra:
- Algunos sectores argumentan que la creación de una nueva comisión investigadora no está justificada. Alegan que la investigación inicial del Ministerio Público fue exhaustiva y no ha surgido ninguna prueba fehaciente que requiera una nueva indagación. Por lo tanto, reabrir el caso podría generar un desgaste innecesario de recursos y retrasar el proceso de búsqueda de justicia.
- Además, se señala el costo económico y político que implicaría la creación y el funcionamiento de una nueva comisión investigadora. Se destinarían recursos humanos, financieros y materiales que podrían ser utilizados para atender otras necesidades urgentes del país. Además, la investigación podría generar un clima de inestabilidad política, afectando negativamente la imagen del país a nivel internacional.
Conclusión
En conclusión, el debate en torno a la creación de una comisión investigadora sobre la muerte de Alan García refleja la complejidad y sensibilidad del tema. Mientras que algunos argumentan a favor de esta iniciativa para esclarecer las circunstancias que rodearon el fallecimiento del expresidente y garantizar la justicia, otros se oponen debido a consideraciones sobre el uso eficiente de recursos y el impacto político y social que podría generar.
Es fundamental abordar este asunto con cautela y responsabilidad, evaluando cuidadosamente tanto los argumentos a favor como en contra. La prioridad debe ser buscar la verdad y la justicia de manera imparcial. Esto sin comprometer la estabilidad política ni generar divisiones adicionales en la sociedad peruana.