El transporte público representa un desafío constante en muchos países, y el Perú no es una excepción. Esta área resalta como una de las más deficientes, generando una serie de problemáticas que impactan directamente en la calidad de vida de los usuarios. Desde la contaminación atmosférica hasta la falta de seguridad, el transporte urbano refleja las deficiencias estructurales que aquejan a nuestra sociedad. La situación se torna aún más preocupante al observar casos como el del Corredor Morado en Lima, cuya anunciada paralización para el próximo lunes 4 de marzo revela un panorama desolador para los miles de usuarios que dependen de este medio de transporte.
En los últimos años, se han llevado a cabo esfuerzos para mejorar el sistema de transporte urbano en Lima. Sobre estos, se destaca la implementación de corredores con vías exclusivas. Estas medidas buscan abordar el problema del transporte informal en la ciudad, caracterizado por choferes que a menudo no respetan las normas de tránsito. Esta situación pone en riesgo la seguridad de los pasajeros, quienes viajan en autobuses sobrecargados, excediendo ampliamente su capacidad máxima permitida.
Por ende, los corredores con vías exclusivas procuran ofrecer una alternativa más segura y eficiente para los ciudadanos de Lima. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, persisten desafíos significativos para hacerle frente a la competencia de los buses informales. Es fundamental abordar estas deficiencias y trabajar en soluciones sostenibles que garanticen un transporte público de calidad para todos los usuarios de Lima.
La paralización del Corredor Morado en Lima
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) anunciaron recientemente que se ha confirmado que el servicio del Corredor Morado no va más a partir del próximo lunes 4 de marzo. La decisión se debe a una deuda significativa, estimada en alrededor de S/300 millones por parte del Estado con los concesionarios. La falta de pago ha llevado a la imposibilidad de mantener en funcionamiento este importante corredor,. Ello deja a miles de usuarios sin una opción de transporte confiable y eficiente.
El Corredor Morado ha sido una pieza fundamental en el sistema de transporte de Lima Metropolitana desde su implementación como parte de la reforma de transporte iniciada en 2014. Conecta diversos distritos como San Juan de Lurigancho, Pueblo Libre, Magdalena, Jesús María y el Cercado de Lima. Además, ha proporcionado una alternativa de calidad para los ciudadanos, evitando la congestión del tráfico y garantizando un viaje más rápido y seguro. Sin embargo, su paralización plantea una serie de desafíos y preocupaciones para los usuarios que toman este medio a diario.
La falta de una solución inmediata por parte del gobierno y la ATU deja a los usuarios en una situación precaria. Ellos los obliga a recurrir a medios de transporte alternativos, muchos de los cuales son informales y no garantizan la misma calidad y seguridad que el Corredor Morado. Se espera que miles de personas se vean afectadas por esta decisión, lo que podría resultar en retrasos en el trabajo, pérdida de ingresos y un aumento en la congestión del tráfico en las principales vías de la ciudad.
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Problema presupuestal se arrastra desde el MEF
La crisis financiera del transporte público limeño ha alcanzado su punto crítico. A pesar de los intentos de negociación, las empresas no han recibido los pagos correspondientes por parte del Estado. Esto las ha dejado en una situación precaria y sin soluciones a corto plazo. La propuesta que aparentemente presentaron el MTC y la ATU se le alineaba hacia el aumento sugerido en la tarifa del pasaje del Corredor Morado como medida para abordar la crisis. Esta medida ha suscitado una ola de críticas y preocupación. El ajuste tarifario proyecta una carga adicional para los usuarios ya golpeados por las dificultades económicas, exacerbando su situación financiera diaria.
«Ha sido una pérdida de tiempo y no hay ninguna solución planteada por el gobierno. Prácticamente, quieren desconocer todo lo que se ha hecho con anterioridad»
Gerardo Hermoza, representante del Corredor Morado
Lo cierto es que el origen del problema radica en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Este ha demostrado la falta de disponibilidad de recursos para cubrir la deuda que se mantiene con los operadores de los corredores de transporte. Esta deuda impide que se realicen los pagos necesarios para garantizar la continuidad y sostenibilidad del servicio. Sin la asignación de los fondos correspondientes por parte del MEF, el MTC y la ATU se ven limitados en su capacidad para resolver la situación y mantener en funcionamiento los corredores de transporte. En última instancia, la falta de recursos financieros disponibles por parte del MEF obstaculiza cualquier intento de solución por parte de las entidades responsables del transporte público. ¿Cuál será el pronunciamiento del Presidente del Consejo de Ministros (PCM) respecto a esta situación?
El ese sentido, el MTC y la ATU emitieron un comunicado de manera conjunta que destaca la ausencia de un marco legal o contractual que permita el pago de indemnizaciones sin disponibilidad de recursos públicos. Ante esta situación, anunciaron la presentación de un proyecto de Ley al Congreso para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de corredores complementarios. La interrogante principal radica en cuál es la medida propuesta para abordar los desafíos del próximo lunes.
El retorno de las coasters ‘formales’: ¿Fue un esfuerzo en vano?
La solución propuesta por la ATU y el MTC es que a partir de este lunes se adoptarán medidas temporales destinadas a garantizar la continuidad del servicio de transporte público para los usuarios del Corredor Morado. Entre estas medidas se encuentra la autorización temporal de buses formales necesarios para atender la demanda de esta ruta, que va desde San Juan de Lurigancho hasta la Av. Brasil. Además, se dispondrá de personal en cada uno de los paraderos del Corredor Morado. Ello para orientar a los usuarios sobre las rutas de buses formales alternativas que pueden tomar para llegar a su destino. Estas acciones están programadas para entrar en vigencia desde las 5 de la mañana del mismo lunes.
Todo el esfuerzo destinado a mejorar el sistema de transporte público parece haber sido en vano. Esto debido al retorno anunciado de las coasters «formales» como supuesta solución ante la suspensión del Corredor Morado. Este retroceso representa un revés significativo en los avances logrados en la erradicación del transporte informal. Además, la búsqueda de un servicio más seguro y eficiente para los habitantes de Lima se ve afectada.
Las declaraciones del representante del Corredor Morado, Gerardo Hermoza, reflejan la frustración ante la falta de acción por parte de las autoridades correspondientes. Hermoza señala que la paralización del Corredor Morado representa un retroceso de al menos 12 años en la reforma de transporte, y denuncia la falta de respeto a los contratos de concesión por parte del gobierno. Además, advierte sobre el riesgo de un aumento en la informalidad del transporte público. Es decir, la posible proliferación de vehículos que no cumplen con los estándares de seguridad y calidad exigidos a los corredores formales.
La incertidumbre respecto al futuro del Corredor Morado plantea un escenario preocupante para los otros corredores de Lima, como el azul y el rojo, que podrían enfrentar situaciones similares debido a la crisis financiera que afecta al sistema de transporte público. Este cese de operaciones del Corredor Morado plantea la pregunta inevitable: ¿es este el inicio del declive de la reforma del transporte en Lima, con el riesgo de volver a depender de medios de transporte informales y precarios, como las coasters del pasado? La falta de soluciones concretas y la ausencia de pago por parte del Estado representan un desafío crucial que podría revertir los avances logrados en la mejora del transporte público en la ciudad.