El ex presidente, Martín Vizcarra, entra en los últimos meses de campaña para llegar al Congreso de la República. Recordemos que el candidato de Somos Perú parecía afianzar su postura política durante el tiempo que ejerció como mandatario.
Desde que se tentó vacar a Pedro Pablo Kuczynski, Vizcarra se zambulló en un complejo escenario político que pasó por dos intentos de vacancia (uno fallido y otro exitoso), además de la gestión de la pandemia del COVID-19. Dejó el cargo en noviembre pasado con medianos niveles de popularidad; sin embargo, hechos recientes podrían terminar con su postulación al Congreso y, de no recuperarse del golpe, con su carrera política.
Los antecedentes
En enero de este año, el Jurado Electoral Especial (JEE) Lima centro 1 decidió excluir a Vizcarra de la lista de candidatos al Congreso por Lima Metropolitana. El ente electoral consideró que el exmandatario no incluyó información en su hoja de vida sobre la empresa Agrotécnica Estuquiña S.A., compañía donde Vizcarra era presunto accionista. En noviembre del año pasado, Vizcarra declaró tener el 30% de participación en dicha empresa y que mencionadas acciones le pertenecían desde 1998. Ante ello, el área de fiscalización encontró que la empresa fue dada de baja en 2007, pero que a través de un acto en junta de accionistas en 2015, se le fueron otorgados poderes sobre la misma, tanto a Vizcarra como a dos de sus hermanos.
Sin embargo, el personero legal de Somos Perú presentó un recurso de apelación ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que dejó sin efecto la decisión tomada por el Jurado Electoral Especial (JEE). En su momento, el candidato presidencial por Somos Perú, Daniel Salaverry, mostró su apoyo al ex jefe de Estado: «Nunca tuvimos dudas de que el JNE iba a revocar esta resolución en primera instancia porque no había ninguna falta, ninguna irregularidad; por lo tanto, nosotros seguimos trabajando en equipo», concluyó Salaverry.
Nuevos problemas
El escándalo desatado por el denominado caso «Vacunagate» ha salpicado distintas esferas del aparato político, a las cuales no es ajeno el expresidente. El conocimiento público de su proceso irregular de vacunación -con un presunto abuso de poder como presidente- desembocó en la renuncia de la ahora ex ministra de Salud, Pilar Mazzetti. Además, como una especie de cascada de sucesos, más nombres de presuntos vacunados fueron revelados, hasta la aparición de la lista oficial -proporcionada por la Universidad Cayetano Heredia- en manos del Ejecutivo. Vizcarra forma parte de este listado que comprende 487 personas, todas vacunadas antes de la llegada del primer lote de dosis de Sinopharm a territorio nacional y que ha causado una ola de indignación entre la población.
Quedaría analizar cómo varían los niveles de popularidad de Vizcarra tras este nefasto hecho. Tanto el exmandatario como Somos Perú quedan manchados meses antes de la cita electoral este 11 de abril. Hasta el momento, y en línea con la última Encuesta de Opinión Pública a Nivel Nacional de la encuestadora Datum, Somos Perú (5%) es la cuarta fuerza política con mayor intención de voto para el Congreso. El escándalo del «Vacunagate» podría traerles más de una sorpresa en las urnas.