Los comicios han terminado y, en medio de una aguerrida campaña electoral, la capital limeña ya cuenta con nuevo alcalde. Hoy, el personaje que celebra la victoria es Rafael López Aliaga que —al 100% de actas procesadas por la ONPE— ocupó el primer lugar en las Elecciones Regionales y Municipales con un total de 1 372 572 votos que lo posicionan en el sillón municipal.
¿Un alcalde ejemplar?
Su reciente victoria ha despertado un sentimiento de intriga sobre su vida en general. Lo primero a rescatar sería que su trayectoria profesional estuvo marcada por la Ingeniería Industrial, carrera que culminó en la Universidad de Piura y años después continuó estudios de postgrado en la Universidad del Pacífico. Se desempeñó como personal docente por 3 años en la Universidad Nacional de Ingeniería, pero destaca su experiencia laboral proveniente del área empresarial.
Según su hoja de vida, es el director de Perurail, de Peru Belmond Hotels, del Ferrocarril Trasandino y mantiene otros cargos de gerencia. Sin embargo, le persigue un historial de deuda con una jugosa millonaria cantidad de dinero que suele desconocer. Un ejemplo de ello se observa en la deuda coactiva que registra la empresa PeruCorp S.A. que, pese a su estado de baja de oficio, aún mantiene una deuda con la SUNAT.
El salto de López Aliaga a la política
Un punto de inicio de la carrera política de López Aliaga se encuentra en su cargo de regidor de la Municipalidad Metropolitana de Lima en las Elecciones Regionales y Municipales del 2006 con Alianza Electoral Unidad Nacional, momento en el que empieza su relación con Luis Castañeda Lossio, quien buscaba ser reelegido como alcalde provincial con dicho partido político.
En el 2009, oficializó su inscripción en el partido de Castañeda. Por lo que, en el 2011, postuló para el cargo del congresista de la República con Alianza Solidaridad Nacional sin éxito alguno. No obstante, su cercanía al partido fue continua de manera tal que en el 2019 se convirtió en el secretario general y representante legal de dicha organización. Meses después, Castañeda renuncia perdiendo así el partido que fundó.
Solidaridad Nacional empezaría un nuevo capítulo teniendo como protagonista a López Aliaga. El escenario que se buscó aprovechar fue las Elecciones Extraordinarias Parlamentarias del 2020, pero el partido no logró pasar la valla electoral.
Finalmente, Solidaridad Nacional cambiaría de nombre y logo a Renovación Popular.
RLA: el no outsider en las elecciones
Renovación Popular sería el partido con el que López Aliaga tendría mayores ambiciones. Prueba de ello es su participación en las Elecciones Generales 2021 donde terminó ocupando el tercer lugar.
Ahora, en el último proceso electoral se consagró como el actual burgomaestre de Lima. Ello ha sido visto por muchos críticos como solo un medio para llegar, en las próximas elecciones, al sillón presidencial.