El 2023 fue un año difícil para la gestión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien enfrentó diversos cuestionamientos por sus acciones y decisiones al frente de la comuna capitalina. Una de las principales promesas que hizo en campaña y que reiteró en su rendición de cuentas fue la adquisición de 10 mil motos para el patrullaje integrado del Serenazgo y la Policía Nacional.
Sin embargo, a un año de su gestión, el proceso de compra de las primeras 4.000 motos se cayó y se tuvo que iniciar una nueva licitación, según documentos a los que accedió Infobae Perú. El 29 de noviembre de 2023, la Municipalidad de Lima, a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), adjudicó la buena pro por más de 132 millones de soles al Consorcio Sukimotor SA – Cassa Concesionaria SAC. Sin embargo, el consorcio no logró presentar ni subsanar la documentación necesaria para el perfeccionamiento y firma del contrato, pese a que se le otorgó dos prórrogas. Por ello, el 15 de diciembre, la Oficina de Logística de la comuna capitalina declaró la pérdida automática de la buena pro y comunicó al consorcio la cancelación del proceso.
La nueva licitación para la compra de motos
Pese a ello, López Aliaga aseguró el 27 de diciembre que había adquirido 4 mil motos “sin corrupción” y que las entregaría en enero. No obstante, no mencionó que el 21 de diciembre se había iniciado una nueva convocatoria, que culminará el 15 de enero de 2024, con nuevos plazos de entrega. De acuerdo con los nuevos términos de referencia, la empresa que gane la licitación tendrá un plazo de 150 días desde la firma del contrato para entregar las primeras 400 motos, lo que se daría recién en julio de 2024. Las 3.600 motos restantes se entregarían hasta julio de 2025.
Esta situación generó críticas por parte de algunos exregidores y especialistas, quienes cuestionaron que el alcalde no haya cumplido con su promesa y que haya engañado a la población. Asimismo, señalaron que la compra de motos no era una prioridad para la ciudad, sino la mejora de la infraestructura, el transporte público, la gestión de residuos, el acceso al agua y la recuperación de los espacios públicos.
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Parques zonales con membresía
Otra medida que causó polémica fue la conversión de los once parques zonales en clubes metropolitanos con membresía. El Servicio de Parques de Lima (Serpar) informó que la población tendrá que descargar una aplicación en sus celulares para acceder a una tarjeta de socio, previo pago de una membresía y su respectivo pago mensual, para ingresar a los distintos servicios que se ofrecerán en estos espacios, como piscinas, teatros, canchas de fútbol, entre otros.
Varios colectivos y ciudadanos rechazaron esta decisión, considerándola una privatización de los espacios públicos y una discriminación hacia las personas de menos recursos. Además, criticaron que se cambie el nombre de los parques zonales por el de clubes metropolitanos, lo que implicaría una pérdida de identidad y pertenencia. Algunos expertos también cuestionaron la legalidad y la viabilidad de esta medida, la cual aún no cuenta con una oficialización mediante una ordenanza municipal.
Cuestionamientos a un año de su gestión
La compra de las motos ha generado diversas críticas a la gestión de López Aliaga. El exregidor de Lima, Víctor Aguilar, calificó la promesa del alcalde como un “fraude” y señaló que su gobierno ha sido un “desastre”. Por su parte, la regidora Fabiola Morales, secretaria general de Renovación Popular, justificó la caída del proceso y dijo que las 4.000 motos llegarán “sí o sí” y que son parte de un paquete de 10.000 motos que se entregarán en los cinco años de gestión.
Además de la compra de las motos, López Aliaga ha enfrentado dificultades o retrasos en otros proyectos que ofreció en campaña, como la construcción de playas artificiales, la ampliación de la Línea 2 del Metro de Lima, la instalación de pilones de agua en los cerros, la creación de granjas de cuyes para las ollas comunes, entre otras. Algunas de estas obras han sido cuestionadas por su impacto ambiental, su viabilidad técnica o su costo-beneficio. Otras han sido postergadas o modificadas por problemas presupuestales, legales o logísticos.
Estos hechos marcaron solo algunas de las controversias durante el primer año de gestión de Rafael López Aliaga. Además, se le cuestionó por el endeudamiento de la Municipalidad de Lima, los gastos en celulares y baños portátiles, la falta de coordinación con el Gobierno central y el Congreso, y su constante confrontación con sus opositores políticos.
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Las promesas de López Aliaga
El alcalde ha defendido su gestión y ha asegurado que ha trabajado con cero corrupción, sin empleados fantasmas, sin consultorías y sin pagar a centrales de medios para la imagen. Ha resaltado que ha recibido 1.200 millones de soles para infraestructura, que ha cubierto el hambre cero con más de 80 millones de soles y que ha destinado más de 150 millones de soles para las motos. Ha afirmado que tiene metas muy ambiciosas y que hará una revolución en Lima para ser potencia mundial. Sin embargo, la ciudad sigue enfrentando problemas de inseguridad, contaminación, transporte, pobreza y desigualdad. El alcalde tendrá que demostrar con resultados que puede cumplir con sus promesas y mejorar la calidad de vida de los limeños.