En su primer mensaje a la Nación como presidente de la República, Pedro Castillo anunció la iniciativa de otorgar el «ingreso libre» a las universidades. Ocho meses después, insiste en la propuesta al afirmar que el proyecto se encuentra listo para ser enviado al Congreso desde el Ministerio de Educación. ¿Es viable la propuesta? ¿o forma parte de un conjunto de propuestas populistas y/o demagógicas?
El detalle aún limitado de la propuesta
La iniciativa no es nueva. El presidente Castillo ha insistido en esta desde que asumió el cargo, pero sin mucho avance. En su mensaje ante el Pleno del Congreso el pasado 15 de marzo, anunció en su planteamiento del ingreso libre a las universidades que la iniciativa contaría con un ajuste del presupuesto para el sector Educación. Para ello, plantea que se transfieran 220 millones de soles del presupuesto del sector para que las universidades públicas incrementen su oferta académica de pregrado y se invierta en investigación docente.
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El caso de Argentina y España
En la región, el caso de Argentina es notable. La Ley de Educación Superior señala que toda universidad, sea pública o privada, debe garantizar el acceso libre a la población. Por tal motivo, no existe un examen de admisión, y las universidades cuentan con sus respectivos criterios y/o requisitos de admisión.
Yendo más a fondo en el modelo argentino, se puede observar que el proceso es muy simple. El ingreso irrestricto establece que toda persona que haya concluido su educación secundaria puede ingresar a un centro de educación superior. En el caso de que no haya concluido la secundaria, las universidades pueden aceptar a toda persona que sea mayor de 25 años de edad. Frente a esta situación, las universidades pueden optar por sus propios criterios de admisión, sin la necesidad de un examen de admisión per se.
Por el lado de Europa, España ostenta otro sistema que es importante exponer. No toda universidad establece como requisito un examen de admisión. Este parámetro da la libertad a los centros de educación superior de optar por modalidades de admisión propias, también dependiendo del programa al que uno aplica.
Viabilidad
La iniciativa a recibido una variedad de críticas desde que el presidente Castillo hizo el anunció del proyecto en su primer mensaje a la nación. A falta de detalle en la propuesta, recordemos
Entre los principales críticos al proyecto se encuentra el exministro de Defensa, Daniel Mora, autor de la actual Ley Universitaria. El también excongresista considera que la propuesta no es viable dada la falta de infraestructura universitaria para ampliar vacantes. Además, señala que la capacidad limitada de docentes en el país representa uno de los principales obstáculos para cubrir el incremento del número de estudiantes en universidades públicas. Finalmente, considera que la propuesta termina siendo una alternativa demagógica por parte del gobierno.
Por otro lado, la exministra de Educación, Patricia Salas, en su momento señaló que la propuesta sería viable, pero de aquí a una década. Entre sus argumentos toma en cuenta la falta de viabilidad desde el lado financiero y el presupuesto limitado que ostentan las universidades. En adición, considera que los egresados se enfrentan al fenómeno del subempleo, y que la propuesta no mejoraría esa situación desde del plano laboral.