Pedro Castillo afronta una de las mayores crisis presidenciales de la última década. Los cuestionamientos a su persona han trascendido a días antes de su asunción a la Presidencia. Audios han mostrado que, ineludiblemente, al menos su círculo cercano negociaba puestos en los ministerios y, cual ticketero de cine, ofrecía entradas a los eventos para poder acentuar la presencia de lobistas como Zamir Villaverde.
Lo expuesto y más es solo la punta del iceberg de la crisis presidencial. Todo ello se ha materializado en el capital político: el respaldo a Castillo, Aníbal Torres y el íntegro del Gobierno continúa con miras hacia abajo.
Según Directorio Legislativo, Castillo es el presidente con mayor rechazo a nivel Latinoamericano, seguido por el colombiano Iván Duque y el argentino Alberto Fernández. Todo esto se ha visto ratificado este domingo, con la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
Gobierno en picada
Si bien el jefe de Gobierno inició su gobierno con un amplio rechazo, este se ha visto exponenciado de manera sostenible. En agosto del año pasado, tras un mes en el poder, su desaprobación ascendía al 46 %. Actualmente, ya alcanza el 70 %, lo que constituye un incremento del 24 % en contra de Castillo. En tanto, ha perdido casi el 50 % su aprobación, pasando de un 40 % en septiembre del 2021 a 21 % en mayo del presente año.
Lima contra Castillo
Como en las elecciones, la capital mantiene un aplastante rechazo contra el jefe de Gobierno: un 83 % desaprueba al docente. En la misma línea, un 72 % de la macrozona norte le puso nota desaprobatoria.
En cuanto al resto de macrozonas, se ha evidenciado un incremento al rechazo por la imagen presidencial. Castillo ganó con el respaldo del sur y el centro del país, con el voto de peruanos que se sentían postergados por los anteriores mandatarios y se identificaban con el docente proveniente de Chota, distrito de Chota en Cajamarca. En el sur, región crucial para que Pedro iniciara su camino hacia la Presidencia, solo un 30 % lo aprueba, mientras un 59 % le ha dado la espalda. En el oriente del país, un 30 % aún respalda al presidente; mas un 57 % desaprueba su mandato.
El rechazo no es un «problema de clases sociales»
Gran parte del discurso abordado por Pedro Castillo desde el inicio de su campaña fue dicotómico. Enfrentaba a diferentes grupos sociales contra él y «el pueblo». Los niveles socioeconómicos jugaron un papel fundamental para alimentar esa narrativa y con el sondeo del IEP se confirma que la situación no era como la planteó el presidente.
Un 81 % de los NSE A y B desaprueba a Castillo. Del mismo modo, pero en menor magnitud lo hacen C, D y E. La masa más amplia de la población se encuentra en el NSE C y en este sector hay un 71 % de desaprobación a Castillo. En los NSE D y E, el rechazo disminuye, pero sigue siendo ampliamente superior a la aprobación: mientras el 65 % lo desaprueba, solo el 25 % lo ve con ojos positivos.
Ni siquiera la izquierda lo aprueba
Castillo se presentó en una plataforma de extrema izquierda. El radicalismo de Perú Libre y el hecho de que se enfrentara al fujimorismo polarizó duramente al país. Sin embargo, pese a su tendencia ideológica partidaria, la izquierda no aprueba al presidente. Un 56 % desaprueba la Gestión Castillo, mientras un 34 % sí lo respalda.
Por su lado, la derecha y el centro tienen duras críticas contra el jefe de Gobierno, poniéndole una nota desaprobatoria en el 79 % y 75 %, respectivamente.