El coronavirus, enemigo invisible y agresivo, impuso la distancia social, el confinamiento, el dolor y, cada vez más veces, la muerte en una escala sin precedentes. La fortuna de encontrar una cama UCI es tan complicado como obtener la vacuna contra este virus: una misión casi imposible.
Contexto: Vizcarra y sus relaciones con China
En la carrera contra el tiempo, los laboratorios más prestigiosos del mundo aceleraron sus procesos para llegar en tiempo récord a la fase II del ensayo clínico de las vacunas candidatas. En agosto del 2020, dos candidatas del laboratorio chino Sinopharm realizaban exámenes en territorio peruano. Asimismo, se autorizó el ingreso de voluntarios sujetos al sistema «doble ciego». Algunos de ellos, fallecieron.
La primera información sobre la existencia de vacunas VIP de «cortesía» fue confirmada desde una fuente diplomática de China. Hubo entonces un ofrecimiento por canales oficiales para entregar un pequeño lote de vacunas en fase de experimentación para los altos mandos gubernamentales del Perú. Se añadió que eran para el presidente y su gabinete ministerial, gestos inusuales en las relaciones bilaterales del gobierno de Xi Jinping.
El «voluntario» valiente
Con la caída de Pilar Mazzetti, ex ministra del MINSA, al asumir su responsabilidad política en el tráfico de vacunas chinas, se hacía evidente el caso Vacuna Gate. Le siguió Elizabeth Astete, excanciller, quien también confirmó su complicidad. A raíz de ello, la Fiscal de la Nación, quien dormía la siesta moqueguana, abrió una investigación preliminar contra Martín Vizcarra, en una mentira que duró poco. La Universidad Peruana Cayetano Heredia puso a disposición la lista de voluntarios, desmintiendo al ex jefe de Estado, deslegitimando su iniciativa y valentía. Fue un presidente sin escrúpulos que abusó de su poder para vacunarse de espaldas al país.
El restriego de Vizcarra
El día de ayer, el expresidente mostró a través de su cuenta de Twitter la mayor demostración de cinismo. Junto a una fotografía en un centro de vacunación, mencionaba que «de acuerdo al cronograma» había recibido la vacuna contra el COVID 19 (la cual vendría a ser su tercera dosis). Frente a todo el destape polémico del caso Vacuna Gate, este suceso no fue la excepción frente a la indignación de quienes en Perú sí tienen memoria de lo que ocurrió.
Vizcarra, pese a que ya había sido inmunizado de manera irregular con la vacuna de Sinopharm, se inoculó por tercera vez con una de las más eficaces vacunas en el mundo, la fabricada por el laboratorio Pfizer.
«¿Qué corona tiene Martín Vizcarra?»
Frente a los hechos, el vocero de Fuerza Popular, Diethell Columbus, solicitó este domingo información a la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, sobre la segunda vacunación del expresidente. A través de un oficio que dio a conocer en su cuenta de Twitter, el legislador fujimorista cuestionó que «las autoridades de salud de este Gobierno han permitido que el ciudadano Vizcarra reciba la vacuna Pfizer además de las dos dosis de la vacuna Sinopharm» .
«Resulta necesario que explique los privilegios que este Gobierno le está permitiendo a un ser tan innoble como Martín Vizcarra Cornejo», señaló.
Incompatibilidades
Frente a estos hechos, durante la mañana del día de hoy, el ministro de Salud Óscar Ugarte informó a través de RPP que el expresidente Martin Vizcarra y otros involucrados en el caso Vacuna Gate fueron excluidos del padrón de vacunación contra el COVID-19. Una declaración que en su planteamiento demuestra bastantes incongruencias, pues, si esto fuera así, el exmandatario no podría haberse vacunado. En palabras de Diethel Columbus, «¿tanto le deben a Martín Vizcarra? ¿tanto poder ostenta hasta el momento?»; son cuestionamientos que esperemos se despejen en los próximos días.