La crisis entre el Ministerio del Interior del Perú (MININTER) y la Policía Nacional del Perú (PNP) se puede describir como una «Crisis de Confianza». Las recientes renuncias en el MININTER indican una falta de confianza en el liderazgo. El retiro masivo de policías sugiere una fase de escepticismo en la PNP. Los incidentes de seguridad que involucran a la presidenta Boluarte y a su hijo destacan incertidumbre en los protocolos de seguridad. Además, la destitución del excomandante Jorge Luis Angulo, cuestionada por su legalidad, añade más combustible al fuego. Estos factores contribuyen a una crisis de confianza generalizada que tiene implicaciones profundas para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos peruanos.
Renuncias en el MININTER: Un síntoma de desconfianza
Las recientes renuncias en el MININTER, incluyendo a cuatro altos mandos en un solo día, el 25 de enero de 2024, indican una falta de confianza en el liderazgo. Los exfuncionarios que renunciaron son Héctor Loayza Arrieta, Martín Severo Parra Saldaña, Luis Enrique Goytizolo Fuentes y Enrique Luis Blanco Ridoutt. Esta falta de estabilidad en el liderazgo puede llevar a una falta de dirección y cohesión en la implementación de políticas de seguridad, lo cual es preocupante para los ciudadanos peruanos que dependen de estas instituciones para su seguridad.
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Retiro masivo en la PNP: Un indicador de crisis
El retiro masivo de policías, con 240 oficiales de la PNP pasando a situación de retiro a partir del 1 de febrero de 2024 y más del 50% de ellos solicitando abandonar la institución, sugiere una crisis de confianza en la PNP. Durante el año 2023, ya se había pasado a situación de retiro a más de 1.000 oficiales. Esta situación puede debilitar la capacidad de la PNP para mantener el orden y la seguridad, lo cual es especialmente preocupante en medio de una situación compleja de seguridad ciudadana.
Boluarte, Torres y Angulo: Desconfianza y escándalo
Los incidentes de seguridad que involucran a la presidenta Boluarte y a su hijo ponen de manifiesto desconfianza en los protocolos de seguridad y en la capacidad de las instituciones de seguridad para proteger a sus líderes y a los ciudadanos. El Ministro del Interior, Víctor Torres, anunció que tomarán medidas disciplinarias “drásticas” contra los efectivos a cargo de la seguridad de la presidenta Boluarte.
Además, el excomandante de la Policía Nacional del Perú, Jorge Angulo, confirmó que el ministro del Interior, Víctor Torres, intentó interferir en el proceso de colocación de oficiales. Según Angulo, Torres consultó si era posible pasar al retiro al coronel Harvey Colchado, quien es parte del Equipo Especial Contra la Corrupción en el Poder. Angulo alegó que la agresión que protagonizó Dina Boluarte fue usada como pretexto para removerlo a él y al alto mando policial.
Estos incidentes han llevado a una crisis de confianza en las instituciones de seguridad del Perú nos conducen a revisar la Ley 31570, que fue promulgada por el Congreso de Perú en septiembre de 2022, la cual establece un plazo fijo de dos años para ejercer la Comandancia General de la Policía Nacional del Perú (PNP).Esta ley también especifica que un cese antes de este plazo solo puede ocurrir bajo seis circunstancias específicas.
En el caso de Jorge Luis Angulo, se argumenta que ninguna de estas circunstancias se cumplió. Esto ha generado cuestionamientos sobre la legalidad de su destitución. El ministro, justificó la destitución argumentando que la Ley 31570 aún no ha sido reglamentada. Sin embargo, esta justificación ha sido criticada, ya que la Constitución establece que ‘la ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación’.
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Conclusión
Estos factores contribuyen a una crisis de confianza generalizada, aparte de la incertidumbre legal, que tiene implicaciones profundas para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos peruanos. Es imperativo que se tomen medidas para abordar estos problemas de manera integral, en lugar de tratarlos como incidentes aislados.
La crisis actual entre el MININTER y la PNP es un reflejo de los desafíos que enfrenta el sistema de seguridad del Perú. Las renuncias masivas y el retiro de un gran número de policías indican una falta de confianza y moral en las instituciones de seguridad. Los incidentes de seguridad que involucran a la presidenta Boluarte y a su hijo ponen de manifiesto las fallas en los protocolos de seguridad y la necesidad de una revisión exhaustiva.
Estos problemas no sólo robustece la incredulidad del público en las instituciones de seguridad, sino que también plantean serias preguntas sobre la capacidad de estas instituciones para proteger a los ciudadanos. Solucionar esto requerirá un liderazgo fuerte, una mayor transparencia y la voluntad de llevar a cabo reformas significativas. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos peruanos dependen de ello.