Joaquín Sorolla y Bastida, nacido en Valencia en 1863, fue un pintor impresionista español conocido por sus pinturas luminosas de la vida cotidiana en España. Su trabajo se caracteriza por el uso de colores vivos, pinceladas atrevidas y un buen ojo para captar los efectos de la luz.
Comenzó su formación artística a una edad muy temprana. Y ya los 20 años exhibía su obra en importantes exposiciones. En 1885, Sorolla viajó a París, donde conoció la obra de los impresionistas. Fue particularmente influenciado por el trabajo de Claude Monet y comenzó a incorporar técnicas impresionistas en su propio trabajo.
Gracias a las nuevas tecnologías desarrolladas en los últimos años, hoy en día podemos vivir la obra de Sorolla de una forma nueva e impresionante. Los cascos de realidad virtual (VR) nos permiten entrar en las pinturas de Sorolla y experimentarlas de cerca en una experiencia verdaderamente inmersiva que nos permite sentirnos como si estuviéramos realmente en la escena.
El Palacio Real de Madrid acoge actualmente una exposición de la obra de Sorolla que cuenta con más de 100 pinturas y también se ofrece en realidad virtual, lo que nos permite explorar sus pinturas de una manera muy íntima.
Aunque es un lugar común, quizás hasta natural, el tener miedo a las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual, y el metaverso, lo cierto es que son herramientas poderosas que se pueden utilizar para hacer que el arte sea más accesible para personas en todo el mundo, sin necesidad de trasladar valiosas obras a diversos continentes. Al permitir que los espectadores experimenten el arte de una manera nueva, brillante e intensa, la realidad virtual puede ayudarnos a despertar en nuestros ciudadanos una nueva apreciación por el arte y la cultura, hasta ahora vistas como algo exclusivo, reservado a las élites académicas y económicas.
Sorolla fue un maestro de la luz, y su obra es un placer para la vista. El Metaverso y la realidad virtual son nuevas tecnologías que pueden hacer que el trabajo de Sorolla, y el de muchos otros artistas, sea más accesible para personas de todo el mundo. Perdamos el miedo a las nuevas tecnologías y veamos el lado positivo que traen consigo.
El arte y la cultura son pilares de la sociedad, y quienes serán beneficiados con el uso de la realidad virtual son nuestros ciudadanos, especialmente aquellos que no pueden viajar a exposiciones en países lejanos. De igual manera, personas en países lejanos podrán apreciar las obras de nuestros mejores y más prolíficos artistas, como Macedonio de la Torre y Fernando de Szyszlo. Verán las obras en sus museos locales y de una forma extraordinaria e inolvidable. Estamos viviendo una era luminosa en la que la tecnología puede contribuir mucho a la educación. Trabajemos por ello con ahínco y denuedo.