Ayer, durante la presentación del presidente del Consejo de Ministros Guido Bellido ante Congreso, para solicitar el voto de confianza a su gabinete. Bellido inició su presentación con un extenso saludo en lengua quechua, provocando varias puyas entre los miembros del pleno. La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, interrumpió la sesión para recordarle al premier Bellido, que en previa conversación con la Junta de Portavoces, se acordó que el premier iniciaría su discurso en lengua quechua, por lo que luego de hacerlo, prosiguiera prosiguiera con su presentación en español, ya que ella tampoco le entendía.
El premier alzó la constitución peruana, aludiendo el Artículo 48º: «Son idiomas oficiales del Perú el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley». El hecho ocasionó un gran debate en las redes sociales, ya que algunos criticaron la actitud de Bellido por tratar de hacer su discurso en quechua sin un intérprete a la vez. Otros saludaron la iniciativa y criticaron que se niegue el uso del quechua en el parlamento, apelando al ya conocido discurso de desplazar las lenguas originarias del Perú. Cabe destacar que la lengua quechua es hablada por 4,5 millones de peruanos.
Ante la fuerte ola de críticas de discriminación contra la presidencia del Congreso, la presidenta Alva rechazó que la Mesa Directiva del parlamento discrimine el uso del quechua u otra lengua originaria del Perú, incluso recordó que ya contaban con intérprete desde que inició la sesión del pleno y que daba por superado el problema. Desde el quinquenio congresal de 2006-2011, ha ocurrido el mismo problema, cuando las congresistas de entonces, Hilaria Supa y María Sumire de la agrupación nacionalista, realizaban varias de sus intervenciones ante el pleno en quechua. Esto ocasionaba la interrupción de la exparlamentaria Martha Hildebrant, quien solicitaba a la Presidencia del Congreso, se ponga un traductor durante las intervenciones de las parlamentarias, debido a que luego de hacer su discurso en quechua, lo volvían a repetir repetían todo en castellano y provocaba que las sesiones se extendieran más de lo debido.
Si bien el Parlamento es la representación nacional de todos los peruanos, debe considerarse que la gran mayoría de los 130 congresitas no tienen como lengua materna el quechua, el aymara u otra lengua, a parte del castellano. Por consecuencia y siguiendo literalmente lo que dice la constitución, debería ser el español, la lengua que se utilice en las sesiones del Congreso. Sin embargo, esto no limita ni tampoco prohíbe a los parlamentarios, cuya lengua materna no sea el españaol, la facilidad de brindar sus discursos ante el pleno en su lengua originaria, ya que la constitución las considera también como lenguas oficiales. Siguiendo el mismo ejemplo seguido por muchos otros parlamentos extranjeros y organismos internacionales en este caso. Sería cuestión que la Mesa Directiva del Congreso, ordenase la implementación de equipos traductores dentro del hemiciclo, para que cuando un parlamentario cuya lengua materna no sea el español, pueda hacerlo sin nigún dificultad y los congresitas lo puedan seguir. El Perú es un país multilingüe, por lo que no se puede relegar a ninguna ciudadano que quiera expresarse en su lengua materna.
Por otro lado, la Comisión de Educación y Cultura del Congreso, debería hacer un trabajo en conjunto junto con el poder Ejecutivo, para reforzar leyes que promuevan las leyes existentes en la difusión del quechua, el aymara y el resto de lenguas orígenes del Perú, empezando en las zonas cercanas a donde se hablan. México, cuya lengua originaria es el náhuatl, existen ya instituciones promovidas por el gobierno para la promoción y la cultura del idioma mexicano, cuyo número de hablantes va en crecimiento. Gran parte de la población mexicana habla hasta tres idiomas el castellano, náhuatl y el inglés, algo similar debería seguirse en los centro edicativos del Perú.
Por último, es necesaria la creación de una institución con el respaldo de la ley peruana, que se encargue de velar por la promoción y preservación de las lenguas originarias. Por ejemplo, el quechua tiene diferentes variantes en las zonas de Ayacucho, Cuzco, Apurímac, Huancavelica y Áncash. Por lo que se necesita hacer una gran convocatoria de profesionales quechólogos, cuya objetivo sea la preservación del idioma, además que garantice una estandarización del habla del quechua y que este se base para la enseñanza del mismo en los centros de enseñanazas.