Hoy inició el sistema «pico y placa» para el transporte público. La medida fue aprobada el viernes pasado por el Concejo Metropolitano de Lima, teniendo 18 votos a favor, 15 en contra y una abstención; cabe resaltar que ciertos votos en contra los realizaron regidores oficialistas, es decir, regidores por Acción Popular.
«Pico y placa» consiste en restringir la circulación de los vehículos según su número de placa durante ciertas horas del día. Si tu placa termina en número par o cero, no podrás usar tu auto los días lunes y miércoles; si el carro es impar, el uso será limitado martes y jueves.
La medida ha sido polémica y muy cuestionada por especialistas, hay quienes la calificamos de arbitraria, populista e ineficiente. Arbitraria, porque no se ha previsto las posibles consecuencias de aplicarla. Populista, porque viene a ser una medida que favorece a un sector determinado de la población que cree que esta medida acabará con el caótico clima vial de Lima. Ineficiente porque si bien reduce el problema del tráfico no lo resuelve ni promueve una mejora a largo plazo.
Los aspectos por los cuales debemos reflexionar son diversos. En principio, debemos tener en cuenta casos en el extranjero, en Europa fracasó, en México igual; ¿por qué hemos de creer que va a resultar en nuestra ciudad?.
Los resultados no se ven favorables por tres razones. En primer lugar, no se ha de aplicar un sistema que restringe al privado, si tu sistema público es un completo desastre, no está debidamente integrado y, encima, está colapsado. ¿Insertar a más personas al sistema público es conveniente?. La segunda arista es una crucial, la fiscalización. Nuestro país bate records en la no fiscalización, ejemplo clave es la cantidad de «colectivos» que paran en avenidas principales con policías cerca sin miedo a ser amonestados. ¿Por qué creemos que ahora van a realizar una cabal fiscalización? ¿Por qué no iniciamos por fiscalizar a los colectivos y a todos los que infringen las reglas de tránsito?. Finalmente, el uso de vías alternas. Si bien, avenidas de gran importancia seran ficalizadas, no olvidemos que existen calles, jirones y otras avenidas, las cuales serán usadas aún más, generando tráfico en todo tipo de zona.
La iniciativa del burgomaestre limeño es dañina, si no es bien analizada. Nos consta casos de otros países para percatarnos de ello.
En lugar de hacer una reforma tan brusca como «pico y placa», debemos abordar en hacer cumplir los mecanismos ya existentes: se ha de trabajar en una mejora del transporte público, la integración de este; se debe de fiscalizar todo acto que rompa las reglas, por lo cual se necesitará mayor eficiencia y; se debe, una vez que ya se haya trabajado bien dichas formas de regulación del transporte, analizar si es o no necesaria la novedosa medida.
Ni pico ni placa servirán para mejorar el transporte.
Jorge Muñoz ha tenido una buena iniciativa: romper con la inercia de no hacer nada por el sistema de transporte; pero una fatal forma: «pico y placa».