En un sorprendente giro de los acontecimientos, se ha introducido un diálogo con ChatGPT como prueba exculpatoria en un caso de homicidio culposo (por negligencia) en el Perú ante el 2do Juzgado de Investigación Preparatoria de la Provincia de Coronel Portillo, Región Ucayali, en la Selva del país. Este avance sin precedentes podría revolucionar potencialmente la forma en que se presenta y evalúa la evidencia en los tribunales de justicia alrededor del mundo.
El acusado buscó información en ChatGPT sobre los diversos métodos utilizados para medir los niveles de alcohol en sangre. Como un potente modelo lingüístico de inteligencia artificial con acceso a grandes cantidades de información científica, ChatGPT proporcionó rápidamente una respuesta informada, detallando los cuatro métodos más comunes empleados en tales casos.
Sorprendentemente, el análisis realizado por ChatGPT indicó que el tercer método, basado en la espectrofotometría y conocido como «Sheftell», pero «modificado a la colorimetría adaptada a la técnica de microdifusión de Conway», que casualmente fue el empleado en el caso del acusado, resultó ser el más inexacto debido a su tendencia a arrojar falsos positivos excesivamente elevados. Esta crítica revelación tiene implicaciones significativas para el juicio, ya que pone en duda la precisión y validez de los resultados de la prueba de alcohol en sangre en los que se basa en gran medida el caso de la fiscalía.
Impulsado por esta nueva evidencia, el acusado dio el audaz paso de introducir el diálogo con ChatGPT como prueba exculpatoria en el Juzgado. El equipo de defensa técnica argumentó que el diálogo con ChatGPT demostraba la falta de fiabilidad del método de prueba de alcohol en sangre utilizado y solicitó que el Fiscal desestime el caso o presente el diálogo como prueba durante el juicio, lo que podría resultar en un posible sobreseimiento (la anulación del proceso).
La introducción de un diálogo con ChatGPT como prueba exculpatoria en un proceso penal es un caso de primera impresión. Esto es algo no visto antes no solamente en el Perú, sino también en América Latina y probablemente en el mundo. Este hito plantea preguntas interesantes sobre el papel cambiante de la inteligencia artificial en los procesos legales y su posible impacto en futuros casos.
El Juzgado enfrenta ahora el desafío único de evaluar la credibilidad y el peso de la evidencia generada por inteligencia artificial. La defensa técnica probablemente argumentará que el diálogo constituye el equivalente a la opinión de un experto o perito -en este caso, ChatGPT- dada su capacidad de acceder a datos científicos y analizar y sintetizar información muy compleja. Por otro lado, la fiscalía podría sostener que la respuesta de ChatGPT es simplemente un resultado algorítmico. Por ende, no debería otorgársele el mismo peso que tendría el testimonio de un experto o perito humano. Pero ¿qué ocurriría si el dictamen de un perito (ya sea de parte o de la propia fiscalía) corrobora y determina que la información proporcionada por ChatGPT es correcta? El diálogo con ChatGPT se convertiría en prueba exculpatoria válida, dando origen a la conclusión del proceso.
Académicos y profesionales del derecho esperan con ansias la decisión del Juzgado de Ucayali. Este podría sentar un precedente para la aceptación y admisión de pruebas generadas por inteligencia artificial en procesos penales de todo tipo. Si el Juzgado falla a favor del acusado, podría abrir las puertas a una nueva era de estrategias de defensa asistidas por inteligencia artificial, transformando el panorama legal de manera impredecible.
Mientras esperamos el desenlace de este caso histórico, queda claro que la introducción del diálogo de un acusado con ChatGPT como prueba exculpatoria en un juicio por homicidio culposo (por negligencia) ha captado la atención de la comunidad legal en todo el mundo. Este intrigante avance marca un hito significativo en la intersección de la inteligencia artificial y el derecho. Lo que nos deja perplejos y reflexionando sobre las posibilidades e implicancias que puede tener para el futuro de la administración de justicia. Finalmente, cabe resaltar la creatividad innovadora del acusado y su equipo de defensa técnica en la Región Ucayali. Este caso peruano está dando la vuelta al mundo. Estemos muy atentos a la decisión.