La pandemia del COVID-19 ha generado serios problemas económicos y sociales en todo el mundo, y la lucha por obtener, cuanto antes, la vacuna, está ya en su fase final.
Hoy evidenciamos lo importante que es el simple acto del lavado de manos para poder evitar enfermedades, y en el contexto actual para prevenir el contagio del coronavirus. Sin embargo, en el Perú tenemos una realidad muy cruda, una brecha grandísima que debemos cubrir de cara al futuro. Y eso es el acceso al agua potable. Según cifras de SEDAPAL, son casi 10 millones de peruanos que no tienen acceso al agua potable. Se necesita fortalecer los programas de infraestructura en agua y saneamiento para poder cubrir esta brecha en los próximos 15 años. Y la proyección resulta a largo plazo, porque los últimos 10 años, es muy poco lo que se ha avanzado en proyectos constructivos de agua y alcantarillado. Por ello, resulta vital implementar medidas para ahorrar el recurso hídrico.
Hemos visto que después de 100 días de cuarentena los recibos de agua y luz se han incrementado en 30%, 50% y hasta en 100%, porque también el consumo ha aumentado al permanecer mucho más tiempo en los hogares, al margen de que se cometan abusos y ciertamente las empresas se han aprovechado de la situación, pero ello ameritará un análisis exhaustivo aparte.
Lo cierto es que debemos generar, pensando en el futuro, una conciencia del ahorro pero también el incentivo y obligatoriedad para que en los proyectos constructivos se diseñen estructuras de reúso de aguas grises con su respectivo tratamiento.
El 23% de los hogares peruanos (más de 3 millones) consumen agua de camión cisterna. Además de que su costo es muy elevado y esta suele ser muy limitada en cuanto a la cantidad. La escasez del agua es una realidad en el Perú y el mundo y es por ello que es necesario implementar, sobre todo en las viviendas multifamiliares, diversas instalaciones que generen ahorro del recurso hídrico.
Es muy importante tener reservorios de agua en las viviendas, sobre todo en las multifamiliares. Ello se condice con la política implementada por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, llamada Bonos Verde: mientras más ecológico es el proyecto de edificación, más barato se le oferta al futuro comprador.
Una vivienda ecosostenible es aquella en donde se implementa, por ejemplo, el riego tecnificado. Así se puede hacer el uso racional de las aguas. En las viviendas multifamiliares es necesario instalar medidores o contómetros en forma individual, para así sincerar el consumo del agua por familia.
Además de las implementaciones más sofisticadas como la instalación de un sistema de riego o la de una planta de tratamiento de aguas grises, sistemas de aprovechamiento de las aguas pluviales o la colocación de inodoros inteligentes, también existen dispositivos caseros de ahorro de agua que se pueden colocar en la vivienda, por ejemplo, para reusar el agua de la lavadora.
Resulta determinante regular el recurso hídrico en una edificación. Algunas de las variables constructivas que nos pueden ayudar a cumplir dicho objetivo son:
- Duchas ecológicas.- También llamadas duchas de mano, las cuales cuentan con caudales que se pueden configurar de 8 o 10 litros por minuto. Funcionan con solo presionar un botón.
- Tanques de agua de lluvia.- Son muy útiles para almacenar el agua que drena del techo. Puede usarse para los jardines.
- Cisternas de bajo consumo.- Una cisterna de tu baño antigua consume 30 litros de agua para descargar, mientras que una nueva entre 7 y 10 litros.
- Perlizadores.- Dispositivos de ahorro de agua, que mezclan aire con agua, los cuales se apoyan con la presión. Se incorporan a la grifería y reducen el consumo de agua entre un 45% a 60%.
- Convertidores de inodoro.- Son unas válvulas que reemplazan a las ya existentes, y que se colocan dentro de los inodoros para convertirlos en sanitarios de doble descarga.
Con los dispositivos mencionados se puede generar un ahorro de hasta 40% del agua potable. Asegurando instalaciones sanitarias óptimas y con costumbres familiares ecoamigables -no lavarse durante más de 30 segundos las manos, por ejemplo- se puede economizar hasta 70% del agua que se consume normalmente en las viviendas.
Es imprescindible agotar todos los esfuerzos para conseguir la formalidad al momento de realizar cambios en una vivienda. Las implementaciones más sofisticadas siempre tienen que ser supervisadas por un ingeniero o especialista que conozca de instalaciones. Así se evita el desperdicio del agua.
Tenemos como reto en el país enfocar los proyectos de reutilización de las aguas grises a mayores escales residenciales y en urbanizaciones completas, incluso como modificación al Reglamento Nacional de Edificaciones, para dar obligatoriedad a los proyectistas y a todas las obras en su conjunto para dar pasos importantes para el desarrollo sostenible en el Perú.