Las elecciones presidenciales para el periodo 2021-2026 están cada vez más cerca, por lo que algunos ciudadanos ya tienen sus preferencias, mientras que otros, más dudas que certezas. Lo cierto es que la votación no es un tema menor, pues de la elección política depende el desarrollo social, institucional y económico del país.
La última encuesta hecha por IPSOS Perú determinó que Forsyth lidera la intención de voto con 25%, segundo se encuentra Urresti con 10%, le sigue Keiko Fujimori con 7% y cuarta Verónika Mendoza con 6%. El claro margen entre el primero y segundo es muy concluyente: la cuarta parte de la población peruana quiere a Forsyth como próximo presidente de la República del Perú; pero habría que preguntarse si realmente es el más apto a dirigir la política nacional, más aún cuando el actual burgomaestre del distrito de la Victoria no logra resolver hasta el día de hoy el problema del emporio comercial de Gamarra. Por otro lado, en el caso del señor Urresti, ha demostrado su infatigable interés por causar polémica en el momento que a él le sea propicio, como si fuese su principal aporte a la política nacional, recordando que hace una semana en la coyuntura de la vacancia presidencial, se atrevió a realizar un comentario poco pertinente como si de algún argumento válido se tratase, intentando poner en duda la inclinación sexual del presidente de la República. Entre tanto, la señora Keiko Fujimori, con dos pasos por prisión preventiva y el carente legajo laboral que ofrece, hace que la intención de voto sobre ella disminuya cada vez más, sumándole a eso la posible candidatura de su hermano Kenji y la división del Fujimorismo. Asimismo, la señora Verónika Mendoza, principal representante de la izquierda, ha estado poco participativa dentro del contexto nacional político, lo que justifica su 6% en la intención de voto de los peruanos; pero que no sorprenda que a finales del presente año inicie su campaña presidencial junto a su reciente alianza con “Juntos por el Perú”, ofreciendo “igualdad” para todos a base de impuestos altos dirigidos a todos los grandes empresarios, siendo esto una constante en sus propuestas propia de una ideología socialista.
La lista de candidatos presidenciales esta vez ofrece algunos novedosos y altamente capacitados participantes en la próxima contienda electoral, pero a pesar de su gran historial académico, empresarial y laboral, las encuestas los muestran muy al fondo con tan solo 2% en la intención de voto del ciudadano. Entre ellos teníamos a el ingeniero Roque Benavides y el economista Hernando de Soto. En cuanto al primero, se trata de un ingeniero civil con vasta experiencia empresarial en el sector minero, sector que tanto necesita el Perú de un impulso, teniendo en cuenta que nuestro país es exportador primario en dicho mercado. La preparación y experiencia que tiene el señor Roque es irrefutable, sin embargo, la ciudadanía vio con rebote su inscripción en el partido aprista, lo que terminó por desencadenar que el mismo empresario descarte su participación en las próximas elecciones –vía Twitter– pero con el APRA nunca se sabe. Por otra parte, Hernando de Soto, es uno de los académicos más influyentes a nivel mundial, según la revista Forbes. Sumado a esto, de Soto ha sido asesor económico de varios Estados que optaron por adoptar su modelo económico para mantener a sus países en un constante desarrollo. De esta manera, de Soto cuenta con experiencia en la política nacional, pues fue asesor de Alberto Fujimori en el inicio de su mandato, logrando reinsertar al Perú en la economía mundial con un modelo económico liberal, después del catastrófico primer gobierno de Alan García. Hernando de Soto terminó dando un paso al costado después de observar algunas conductas no apropiadas a su criterio en el gobierno fujimorista; años más tarde sería también asesor de PPK, renunciando con la entrada del actual presidente peruano. Teniendo en cuenta que personajes políticos, empresarios y premios nobel de alto nivel como: Vladimir Putin, Bill Clinton, Richard Branson y Ronald Coase dan las mejores referencias de él, significaría un candidato importante a tomar en cuenta. Finalmente, tenemos a Rafael López Aliaga, también empresario en el sector finanzas, inmobiliario, transportes, entre otros; catedrático universitario y presidente del partido político “Renovación” recientemente restructurado –antes Solidaridad Nacional– es una notable opción como candidato presidencial, tomando en cuenta su relevante experiencia en el sector empresarial y político, además de su conocimiento en el sector educación superior. Vale recordar, que el líder del partido “Renovación” comentó más de una vez que su agrupación será defensora de la vida y de la familia. A partir de la última encuesta hecha por IPSOS PERÚ, los resultados dejan en evidencia la poca cultura cívica que tiene la ciudadanía. En los primeros lugares vemos a los mismos personajes políticos de siempre, que poco o nada ofrecen al país; unos sin la experiencia necesaria para el sillón presidencial, otros con investigaciones por corrupción y los demás acostumbrados al conflicto e intercambio de improperios verbales. Mientras que los experimentados, los empresarios, los académicos y los buenos políticos, yacen al final de la lista sin indicios de una pronta subida. El peruano debe alentarse a conocer mejor a los políticos y la política en sí, porque es ahí donde se determina el rumbo del país; el votante tiene que informarse de tal manera que cuando debata con sus allegados, se trate de descubrir quién es el mejor y ya no en quién es el mal menor.