En la actualidad, más de 4000 millones de personas en el mundo entero viven en ciudades. Esta cifra representa más del 50% de la población mundial. Según cifras del Banco Mundial, solo en el Asia Oriental y el Pacífico las ciudades albergan a 1200 millones de habitantes, lo cual es casi la misma población de la India.
Y el número sigue en aumento de manera muy rápida, especialmente en África y Asia, ya que las personas continúan migrando hacia las zonas urbanas en busca de mejores oportunidades. La ONU prevé que la población que vive en las ciudades aumente para el año 2030 a 5000 millones. Por lo tanto, se necesita mejorar la planificación y la gestión de las zonas urbanas para que sus espacios sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, incluido en la Agenda 2030, es lograr “Ciudades y Comunidades Sostenibles”. Ahora bien, son diversos los problemas que tenemos que afrontar para mantener ciudades que generen empleo y sean prósperas sin perjudicar los recursos. Las ciudades tienen problemas comunes como la congestión vehicular, falta de presupuesto para prestar servicios básicos, la carencia de políticas públicas adecuadas en materia de vivienda y gestión territorial y la falta de infraestructura.
Un ejemplo a destacar sobre la gestión de los residuos sólidos, es que cada vez más servicios municipales se dedican a reducir la contaminación con programas de recogida de desechos. Sin embargo, aún falta mayor conciencia por parte de la población para contribuir a una mejor gestión de los mismos.
Una ciudad difícilmente será sostenible si no tiene consideración de la calidad de vida de sus habitantes. Por lo tanto, se debe garantizar el acceso a los servicios básicos tales como agua, energía, salud, educación o vivienda; que son esenciales para satisfacer las necesidades humanas.
Ahora, pero ¿qué entendemos por ciudad sostenible? Atendiendo la definición planteada por Kennedy, Cuddihy & Engel-Yan (2007), una ciudad sostenible sería aquella en la que la entrada de recursos materiales y energéticos y la eliminación de residuos no superan la capacidad del entorno circundante.
De acuerdo a las Naciones Unidas, las ciudades sostenibles se apoyan en 4 pilares:
- El desarrollo social
- El crecimiento económico
- La protección medioambiental
- La dimensión institucional
Desarrollo Social.- Involucra los indicadores de educación, salud, alimentación, edificaciones ecológicas, agua y saneamiento, acceso a energía sostenible, áreas de recreo, etc.
Desarrollo Económico.- Se encuentran la creación de empleo, tecnología e innovación, producción y distribución de energía renovable y los sistemas productivos sostenibles.
Gestión Medioambiental.- Referido a la eficiencia energética, gestión de bosques y el suelo, reciclaje y gestión de residuos, gestión de los recursos hídricos, conservación de la calidad del aire y la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Dimensión Institucional.- Netamente involucra a las políticas de los Gobiernos. Planificación y descentralización, reducción de desigualdades, fortalecimiento de la sociedad civil y los derechos políticos, apoyo a los demás niveles de gobierno.
Teniendo presente estos conceptos podemos identificar varias ciudades a nivel mundial que destacan en sus esfuerzos por convertirse en ciudades sostenibles. Pero no necesariamente porque hayan alcanzado a cubrir todos los aspectos enmarcados previamente, sino que se han enfocado en una especialidad para poco a poco ir perfeccionando su gestión integral de desarrollo sostenible.
Por ejemplo, sin ir muy lejos, está la ciudad de Bogotá (Colombia) que tiene un sistema de trasporte urbano denominado “Transmilenio” el cual ha dado como resultado la reducción anual de unas 350.000 toneladas de emisiones de CO2. Y ahora la ciudad está trabajando en la sustitución de la flota de autobuses diésel por vehículos híbridos y eléctricos con el objetivo de alcanzar el 100% de la flota al 2024.
En Copenhague (Dinamarca) han implementado el “Plan del Clima 2025”, que es una medida y planificación para las emisiones de carbono, por lo cual esta ciudad va camino a ser la primera capital neutra en emisiones de carbono. Este plan incluye el objetivo de disminuir el consumo de energía en edificios comerciales en un 20%, en viviendas un 10% y en edificios públicos en un 40%. El alumbrado público usará un 50% menos de energía y todo el consumo eléctrico de la ciudad procederá de fuentes renovables para el 2025.
En Río de Janeiro (Brasil) se han enfocado en las comunidades sostenibles. Un 25% de su población vive en los asentamientos precarios, llamados “favelas”. Y carecen de saneamiento y normas de edificación. Han implementado un programa que persigue proporcionar un desarrollo integrado y servicios para incorporar estas áreas dentro de las comunidades que normalmente rodean. Tienen como objetivo normalizar todas las favelas y mejorar las condiciones de vida de más de 232.000 viviendas.
En consecuencia, con el paso del tiempo, las ciudades se irán posicionando cada vez más como una de las prioridades de desarrollo a nivel mundial.
Es muy importante para el Perú, que después de la pandemia entrará a una nueva normalidad, generar ciudades sostenibles. Lo cual permitirá reducir desigualdades, la inseguridad ciudadana, la contaminación; desarrollar buenas prácticas de construcción y uso de los recursos naturales; frenar el cambio climático; y así mejorar la salud, bienestar, productividad y economía de sus habitantes.
Así mismo, es crucial realizar un trabajo mancomunado entre diversos actores para adoptar y mantener estilos de vida que sean sostenibles, teniendo en cuenta aspectos como: cómo se desarrolla una ciudad, desde la infraestructura hasta la perspectiva social, ya que de ahí se puede determinar la capacidad de apoyo para el desarrollo de estilos de vida urbanos que sean sostenibles.
El objetivo de desarrollar ciudades sostenibles necesita estrategias e iniciativas que incluyan aspectos como las reglas y reglamentos urbanos, urbanismo y diseño, finanzas, políticas urbanas nacionales, entre otros aspectos, para obtener mejores resultados en términos de calidad de vida, una estructuración de ciudad más completa, con espacios abiertos y verdes, una buena gestión y mantenimiento de la ciudad, y una conexión entre la dinámica de urbanización y desarrollo nacional, lo cual nos lleve a ejecutar una nueva agenda urbana.