No es una extrañeza la agitada semana que hemos tenido en la actividad política. Una vez más, la crisis entre los poderes del Estado –Ejecutivo y Legislativo específicamente– ocupa las portadas de los medios de comunicación y siembra así, nuevamente, incertidumbre en la sociedad peruana. Esta vez, la raya al tigre fue la negación de la confianza del Parlamento al ahora ex presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano. ¿Qué fue lo que generó que la mayoría parlamentaria le dijera «no» al también ex jefe del Gabinete Ministerial del gobierno de Ollanta Humala? Todo se resume a un mal planteamiento en su discurso.
Pedro Cateriano se presentó ante el Congreso de la República, institución que tenía ansias de encontrar el más mínimo error en su presentación y usarlo como arma infalible para abatirlo cual enemigo en guerra, y eso fue lo que pasó, Pedro salió derrotado. El principal traspié de Cateriano fue no ubicarse en el contexto que el Perú está pasando: una crisis sanitaria sin precedente alguno.
De acuerdo a lo mencionado, podemos dilucidar que si un país padece una crisis sanitaria, lo que su representación, en nuestro caso conformada por 130 parlamentarios que legislan en presunto favor de 33 millones de peruanos, quiere escuchar del Poder Ejecutivo es un plan de trabajo con objetivos de corto y mediano plazo, centrándose básicamente en potenciar la salud pública, instar en la lucha contra la pandemia y en reactivar la económía. Hemos de recordar que este año el PBI tendrá una caída del 12%, según informó el Banco Central de Reserva.
Camas en las UCI
Cateriano empezó desarrollando los planes que tenía la política de salud pública, mencionando que, en la actualidad, existen cerca de 1,500 camas en las unidades de cuidados intensivo (UCI) y que, para finales del siguiente año, debían haberse implementado al menos 3,000 camas en total, es decir, el doble. Este fue su primer error, porque en un país donde la última semana se suscitó un incremento del 90 % en contagios, y en un solo día fallecieron 300 personas –sin contar las que no están contabilizadas– más las que fallecen en sus casas, no podemos permitirnos el lujo de doblar la cantidad de camas en las UCI recién para fines del año próximo, pues la implementación de camas en las UCI han de ser la priorodad en los establecimientos sanitarios públicos, en conjunto con el oxígeno, el nuevo «negocio» de las personas con falta de empatía.
La incongruencia se notó aún más cuando empezó a hablar sobre los establecimientos de salud ubicados a lo largo del país, cuando ni siquiera se ha terminado de construir al menos la mitad de los de los 80 hospitales que prometió el presidente de la República a inicios de 2019. Con esto último, la sensación del pleno parlamentario era que el PCM hacía burla no solo de ellos, sino de todo el Perú. Esto, debido a que si no han cumplido con los primeros hospitales, la reconstrucción del norte -luego de 3 años-, ¿cómo pretendía prometer más hospitales? Irónico.
Minería
El segundo desatino, ocurrió cuando inició su explicación respecto a los objetivos de la reactivación económica, y acá debo hacer un énfasis, el problema no es la reactivación económica, punto vital para el desarrollo del país, sino el planteamiento.
«El Perú es un país minero y es la columna vertebral de la economía del país, pero hay algunos que no lo quieren entender», señaló Cateriano. Esta fue una frase que nos dejó su discurso. Lo importante acá es destacar que el señor Cateriano no se equivocó al mencionar esto, debido a que las cifras del BCR nos demuestran que la minería es vital para la actividad exportadora de minerales muy alto, lo que generaba grandes ingresos a la economía nacional, tan es así, los índices nos ubican como un país primario exportador.
Lamentablemente, esta actividad se mantiene estancada y nos urge impulsar en pro de la economía peruana. El problema del señor Cateriano fue que se olvidó de mencionar la gran dificultad de los micro y pequeños empresarios para obtener préstamos de ‘Reactiva Perú’, ya que para los grandes negocios la tasa de interés es desde 0.48% -1% al año con 12 meses de gracia; mientras que para las micro y pequeñas empresas es hasta 2.5% al año. Este dato constituye un problema, porque se está dejando de lado que los micro y pequeños negocios son cerca del 94 % de los radicados en nuestro país (INEI) y, pese a ello, es a la que más trabas se le pone.
A partir de lo señalado, aparece un nuevo cuestionamiento: ¿Es Reactiva Perú beneficiosa para todos o solo para un sector empresarial? Este problema, lamentablemente tampoco fue respondido durante su discurso.
Salud pública
El tercer desliz fue hablar de un aumento en el presupuesto para la salud a nivel nacional: esta es una propuesta cliché. A estas alturas del partido, todos nos hemos podido dar cuenta que el problema de la sanidad pública no es la carencia de dinero, sino la falta de gestión y ejecución.
Parece ser que la única salida de los políticos ante la mala administración de una entidad pública es más y más dinero, cuando los millones invertidos hasta el día de hoy no han sido justificados debido a una falta de profesionalismo y, sobre todo, al poco criterio técnico.
Hablemos de elegir directores con amplia experiencia en salud pública para una gestión debida, tratemos de incentivar con mejores beneficios laborales para mejorar la plana de trabajadores comprometidos con el servicio de salud para la sociedad, la selección de los mismos bajo criterios exhaustivos para la determinar que el mejor se quede en el puesto bajo el principio de la meritocracia.
Otro punto importante que el señor Cateriano no supo absolver, fue el gran problema de educación. Mas allá del gran problema de las tablets que no solo no se entregaron, peor aún, se canceló su compra, es que el entonces Presidente del Consejo de Ministros no dejó clara la solución a los tantos estudiantes que se han quedado sin estudiar o que su proceso de aprendizaje ha sido una osadía por temas de internet o señal. Cateriano dejó más dudas que certezas frente a este tema que venía siendo punto de controversia semana antes de su elección. El pasarlo por alto, dejó muestra de no estar comprometido con la educación de los estudiantes peruanos. Finalmente, su comentario sobre el voto preferencial. Este es un tema que ya venía promoviendo el presidente de la República, Martín Vizcarra. El Congreso y los políticos en general tienen muy presente y es, tal vez, uno de los puntos que quiebra la relación entre el Legislativo y el Ejecutivo, teniendo en cuenta que son mayoría aquellos que no están a favor de la eliminación del voto preferencial.
Entonces, ¿era necesario hablar del voto preferencial?, ¿iba a ser negativo que Pedro Cateriano no toque ese tema?, claro que no, por no decir que ni siquiera es primordial hablar de una reforma electoral cuando aún no se resuelve el gran problema de salud y economía, en el que aún estamos enfrascados y que solo tenemos pésimas medidas por parte de un gobierno incapaz de afrontar la presente crisis. Creo yo que esto último fue un acto de provocación y justo en estos momentos de pandemia lo último que necesita el país es más enfrentamientos de sus líderes. Para enfrentamientos ya tenemos bastante y uno bien peligroso, solo nos debería importar una sola pelea: los peruanos vs. el covid-19.