Luego de varias semanas de aislamiento social obligatorio, la pandemia continúa entre nosotros. Considerando la reanudación de la vida productiva y el reinicio de actividades mineras, hace algunas columnas estamos refiriéndonos a la oportunidad que el COVID-19 nos da para transformar relaciones y activar un pensamiento de valor compartido y beneficios mutuos con un enfoque ganador-ganador-ganador en el que las comunidades ganan, el Estado gana y las empresas ganan con resultados inteligentes y sostenibles que construyen relaciones positivas en las que nadie siente que se han aprovechado de uno. En lugar de pensar “te gané”, podemos pensar en “y qué tal si ganamos todos juntos”.
El gobierno ha reconocido el trabajo que realizan las rondas campesinas en Cajamarca para controlar la propagación del COVID-19. En otras partes del país, las rondas campesinas están haciendo esfuerzos y sacrificios para prevenir el contagio del virus. Seguimos insistiendo que al COVID-19 solo se le vencerá si trabajamos juntos, pero juntos de verdad, tratándonos con respeto y enfocándonos en la solución conjunta de retos y desafíos. En la columna del domingo pasado, mencionamos que para la co-gestión de problemas científicos complejos existe el Proceso de Búsqueda Conjunta de Información (Joint Fact-Finding). Ello, puede ser aplicado no solo para la implementación de comités de monitoreo y vigilancia comunitaria COVID-19, sino también para hacer evaluaciones epidemiológicas participativas o evaluaciones de la situación de salud, estándares de bioseguridad y riesgos que ayuden a identificar determinantes sociales de salud e información epidemiológica creíble clave para la toma decisiones frente a la pandemia. Por su parte, también puede ser útil para el diseño de proyectos de inversión e incluso para hacer más participativo, inclusivo y legítimo los Estudios de Impacto Ambiental.
El Proceso de Búsqueda Conjunta de Información (BCI) permite considerar e integrar el conocimiento local, ancestral y cultural con los estudios técnicos elaborados con rigor metodológico. Tres condiciones deben cumplirse para que un Proceso de Búsqueda Conjunta de Información (BCI) sea aceptable: representación, gestión neutral y acuerdo escrito.
- Representación. Todos los actores interesados deben estar involucrados en la elaboración de los requisitos de la investigación (términos de referencia). Los actores deben de elegir quién los representará y quien realizará la investigación.
- La gestión neutral del proceso. Un profesional neutral (facilitador o mediador) debe ser elegido por los participantes para conducir las conversaciones. Con el facilitador elegido, se cita a todas las partes interesadas (incluidos los científicos y técnicos expertos) para participar de un diálogo presencial y neutral.
- Acuerdo escrito. El ente convocante debe de estar de acuerdo en aceptar una declaración por escrito de las partes y comprometerse a rendir cuentas, especialmente si decide que no seguirá las recomendaciones que el grupo logró por consenso.
El Proceso de Búsqueda Conjunta de Información (BCI) tiene varias etapas: preparación para el proceso, definición de alcance y ámbito del proceso, definición del método de análisis más apropiado, la conducción del estudio, evaluación del resultado del proceso y la comunicación del resultado del proceso. La implementación de este proceso pasa por:
- Elección de una entidad para que asuma la función de coordinación y convocatoria del proceso de toma de decisiones.
- Se identifican a los principales actores involucrados, para enfocar esfuerzos en su participación.
- Acuerdo entre las partes de qué información necesitan para continuar con el proceso de deliberación, negociación y toma de decisiones conjuntas.
- Deben considerar qué información tienen, qué información no tiene, y la que necesitan para tomar decisiones informadas.
- Se designa a una persona o grupo independiente para buscar, evaluar y determinar los hechos e información necesaria para la toma de decisiones informadas.
- Temas como el medio ambiente y posibles efectos de la actividad generada por algún proyecto de inversión en recursos naturales pueden monitorearse de manera conjunta y continua para prevenir daños en las comunidades locales y zonas de influencia de los proyectos de inversión.
Debemos estar convencidos que un acercamiento temprano puede reducir la incertidumbre que genera cualquier cambio, desde el arribo de la propuesta de implementación de un nuevo proyecto de inversión, hasta el arribo de una epidemia que solo puede ser vencida con una batalla conjunta. Requerimos de una mirada integral en la que gane la comunidad, el Estado y la empresa.