Este sábado tuvimos un nuevo mensaje del Poder Ejecutivo. Este, a diferencia del que lidera el cabecilla de la denominada «Muralla Moqueguana», Martín Vizcarra, era protagonizado por el general Martos. Tengan en cuenta el término con el que me refiero a su persona: «general».
Martos aparecía en una edición extraordinaria de ‘Aló presidente’ para acusar al titular del Parlamento Nacional, Manuel Merino, y el legislador Otto Guivobich, ambos de Acción Popular, de enredar a nuestras fuerzas del orden en un asunto íntegramente político como es la vacancia del presidente de la República.
«Se trató de involucrar a las Fuerzas Armadas en un proceso en el que nada tiene que ver», aseguraba el general Martos rodeado de integrantes de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa y un agente de la Policía Nacional del Perú (PNP).
Martos se olvidaba de lo sucedido el pasado 20 de septiembre de 2019, cuando Vizcarra golpeó y derrumbó al Estado con la disolución del Parlamento Nacional. Por tanto, lo cuestiono, general, ¿tenían que ver las FF.AA. el año pasado cuando se cerró el Congreso y el presidente Vizcarra se tomó una con ellos foto al fiel gusto de Alberto Fujimori? (Ver imagen 1)
Además, cabe destacar que Martos se refería a un informe develado por el IDL. Pero, ¿qué dice el informe? Este, lejos de mostrar a Merino queriendo coludirse con altos cargos de las FF.AA., manifiesta que estaría pidiendo garantías para que estos no se opusieran ante una posible vacancia presidencial.
«Merino no tardó en ir al grano. Indicó a Cerdán que, ‘en el marco de la Constitución’ se iba a llevar a cabo un proceso que podría terminar con la vacancia del presidente de la República y su reemplazo por el propio Merino. Esperaba que el proceso pudiera llevarse a cabo con normalidad», señala el informe.
En esta línea, convengo dar cuenta de una noticia que para muchos pasó desapercibida. Ayer, en horas de la mañana, los ministros de Defensa (Fuerzas Armadas) y del Interior (PNP) posaban juntos en una foto. Pareciera que la mirada de los funcionarios no era exclusivamente para la cámara, sino para nuestro Poder Legislativo. (Ver imagen 2) Una imagen desafiante e incluso confrontacional.
Entonces, por un lado Martos nos dice que no debemos involucrar a las Fuerzas Armadas y, por el otro, coordina con los representantes de estas y nuestro presidente, su jefe, los utilizaba el año pasado para intimidar al Congreso que cerró. ¿Quién lo entiende, mi general?
«Hoy más que nunca tenemos la obligación de defender la democracia y garantizar la gobernabilidad», señalaba Martos hacia el final de su pronunciamiento. ¿Qué democracia, general? ¿Una donde mostrar que las fuerzas del orden están de tu lado y por eso debemos acatar lo que nos exigen?
Para Vizcarra, Martos y compañía la democracia es solo lo que ellos le atribuyen a la palabra. Su democtacia debe ser a su gusto, no la del pueblo.
Todo esto surgió por una lamentable moción de vacancia, pero terminó mostrando la faceta más repudiable del régimen vizcarrista, la del matón, la del «o cumples o te vas».
Esperemos, por el bien del país, que el Congreso tome decisiones responsables y que el mandatario y sus títeres dejen de bailar con desazón y golpes. Caso contrario, la única respuesta que tendrá el Congreso será «como diga, mi general».